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Mas que una empresa. Un buen vecino.

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Coca-Cola FEMSA de Argentina desarrolla todas sus iniciativas en las comunidades que rodean sus plantas. 

El Núcleo Habitacional Transitorio Zavaleta, más conocido como Villa 21-24 y ubicado en Barracas y Nueva Pompeya, es el asentamiento más grande de la Ciudad de Buenos Aires. Este barrio es, además, uno de los lugares donde la empresa Coca-Cola FEMSA despliega una de sus principales acciones.

Así, con el objetivo de apoyar la salud infantil y promover el desarrollo integral desde la gestación hasta la primera infancia, desde 2013, Fundación FEMSA, el brazo social de la compañía, en conjunto con Fundación Pilares y con la colaboración de Coca-Cola FEMSA de Argentina, llevan a cabo, allí, talleres de educación nutricional y estimulación para niños y madres.

Esta iniciativa está inmersa en la estrategia de sostenibilidad de la compañía, “incluida dentro la estrategia global de la compañía. Esto quiere decir que nos alineamos para trabajar con FEMSA, Fundación FEMSA y Coca-Cola FEMSA. Hoy en día nos centramos en 3 ejes principales: la gente, la comunidad y el planeta. Cada uno de estos ejes cuenta con tres áreas de acción, a través de las cuales la empresa realiza proyectos, acciones y actividades que le permiten cumplir sus objetivos y generar valor para los grupos de interés. Para nosotros es fundamental que el negocio sea compatible con las personas, la comunidad y el medio ambiente. Trabajar por y para la comunidad, desarrollar buenas relaciones con cada parte, se torna de vital importancia”, explica Germán Pennimpede, director de Legales y Asuntos Corporativos en Coca-Cola FEMSA Argentina.

Si las empresas están haciendo un esfuerzo concertado para socavar la política climática, bien puede ser la conducción de un riesgo sistémico que repercutirá en sus carteras.

El pilar en el que se apoya toda la estrategia de RS y sustentabilidad es la generación de valor de triple resultado: económico, social y ambiental. “Tratamos de que todos nuestros programas de sostenibilidad se desarrollen en los alrededores de las plantas y centros de distribución desde los cuales opera la compañía, como una forma de contribuir a la comunidad en la que nos encontramos. Además, intentamos siempre respetar el triángulo de

oro, y articular cada una de las acciones junto a organizaciones no gubernamentales o fundaciones y el sector público, ya que ambos conocen las necesidades de los sectores más vulnerables. Eso per- mite tener un efecto positivo, eficaz, y de mayor alcance”, dice el ejecutivo. “Para Coca-Cola FEMSA Argentina, su comunidad y sus vecinos son muy importantes. Buscamos mantener un diálogo constante con los vecinos de la zona, para fortalecer la relación, y poder apoyarlos en sus distintas necesidades. Por ello, se mantienen diversos encuentros periódicos para conocer sus inquietudes, que incluyen desde visitas a sus domicilios, visitas a planta, atención de llamados telefónicos, y otras acciones para fortalecer la relación”, detalla.

Para nosotros es fundamental que el negocio sea compatible con las personas, la comunidad y el medio ambiente. Trabajar por y para la comunidad, desarrollar buenas relaciones con cada parte, se torna de vital importancia.

Y asegura, además que, desde el mantenimiento de los espacios verdes cerca de la planta de Pompeya, hasta la huerta hidropónica en el Barrio de Los Piletones (ver recuadro) y el apoyo al centro de nutrición CONIN de la villa 21-24, la intención es ayudar a transformar positiva- mente las comunidades donde operan. Por otra parte, la compañía busca que las acciones siempre tengan un resultado concreto y definido, y que puedan beneficiar a la mayor cantidad de personas en ese lugar. Como factores de medición de sus impactos, utilizan la alineación con el objetivo inicial, el resultado económico y socioeconómico del programa, saber si brinda un efecto multiplicador; además de la cantidad de beneficiarios. “Siempre estamos aprendiendo.

Cada proyecto y acción nos deja enseñanzas que nos ayudan a desarrollar nuevos proyectos y mejorar aquellos que están en desarrollo. A veces surgen dificultades imprevistas que deben abordarse para poder continuar. Pero siempre tenemos en claro que nuestro principal objetivo es contribuir al bienestar de las comunidades en las cuales nos encontramos”, concluye Pennimpede.

Nutrición y desarrollo comunitario

“Queremos que los niños tengan acceso a alcanzar su máximo potencial de desarrollo para contribuir al crecimiento y bien- estar de sus comunidades. Para lograrlo necesitamos construir habilidades en los adultos en sus vidas, en este caso las madres de familia, quienes juegan un papel fundamental en el futuro de sus niños.

Creemos en la labor que realiza Pilares y nos entusiasma continuar colaborando con ellos”, señaló en un comunicado de prensa Eva Fernández, gerente de Desarrollo Infantil Temprano de Fundación FEMSA, al referirse al Programa Nutricional que se lleva adelante en la Villa 21-24. Los talleres, dictados dos veces por se- mana en la Capilla San Blas, cuentan con atención nutricional, pediátrica y social, estimulación temprana, ludoteca, guardería, charlas de salud y talleres de cocina. Además, una vez por semana se realiza la entrega de bolsones de alimentos para cada una de las familias que asisten al centro, ya que gran parte de la población que asiste a los talleres tiene dificultades para cubrir la canasta básica de alimentos.

Para fortalecer la atención brindada y potenciar la ayuda a necesidades particulares, Fundación Pilares realiza relevamientos habitacionales que apuntan a detectar las condiciones en las que viven las familias (habitantes por casa, gas natural o leña, cloacas, etcétera). De esta forma, adapta las charlas y talleres a las realidades y necesidades detectadas y contribuye al bienestar y salud de la comunidad infantil.

“El programa cambió mi vida en muchas formas, tanto en lo emocional como en lo económico. Desde que empecé a venir aprendí a comer y cocinar sano para mí y mi familia; también, los talleres de violencia de género me ayudaron a superar situaciones personales que estaba viviendo. Hoy me valoro más como mujer y como mamá”, afirmó Miriam, una de las mamás que asiste al centro.

Gracias al desarrollo de esta iniciativa, 400 madres en situación de vulnerabilidad recibieron atención, logrando cambiar hábitos alimenticios y nutricionales para impulsar el desarrollo de sus hijos y sentar las bases de un mejor futuro. “Fundación Pilares ha desarrollado una sólida metodología focalizada en la primera infancia, para acompañar y formar a madres y chicos en el desarrollo temprano. Junto a Fundación FEMSA, Coca-Cola FEMSA Argentina está apoyando al primer Centro CONIN de la Ciudad de Buenos Ai- res, que funciona en la villa 21-24. Nutricionistas, pediatras y cocineros trabajan en conjunto para acercar soluciones con- cretas a las demandas de alimentación saludables y nutrición de la comunidad. Tiene por objetivo prevenir la desnutrición infantil y promover el desarrollo integral desde la gestación hasta la primera infancia”, explica Germán Pennimpede, director de Legales y Asuntos Corporativos en Coca-Cola FEMSA Argentina.

 

 

 

Comments (2)

  • CARLOS LEVINTON

    abril 25, 2018 - 12:00 am

    WE WISH TO CONTACT MRGERMAN pENNIMPEDE TO SUPPORT ZAVALETTA PROGRAMS FROM OUR INCUBATOR CENTER FROM UNIVERSITY BUENOS AIRES .-
    MY CELULAR IS 155 5057175
    ARQ CARLOS LEVINTON DIRECTOR FROM CEP CENTER AND PAHO HEALTH IN HABITAT NET UNITED NATIONS.-

    • Edufors

      abril 26, 2018 - 7:44 am

      Estimado Carlos, ya hemos transmitido su mensaje. Seguramente se pondrán en contacto con usted. Saludos y gracias por leernos!

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