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La tecnología Blockchain avanza como disparador de proyectos con impacto social.  Los casos en Argentina son pocos, pero a nivel global se utiliza para administrar donaciones y facilitar tareas a poblaciones más vulnerables. 

La tecnología Blockchain se desarrolló –y aún está en desarrollo- como parte del soporte al Bitcoin y otras criptomonedas, pero por sí sola comenzó a demostrar su utilidad para muchos otros fines, ya sea con o sin fines de lucro. En esencia, Blockchain asegura y verifica transacciones online, al disponer una base de datos de transacciones que impide que se utilice una moneda más de una vez, o las operaciones se vean alteradas o malversadas. La transparencia y la seguridad son valores esenciales de esta nueva tecnología: en ella, los activos son registrados, se mantiene actualizada la información sobre su estado, y además, se pueden colocar a disposición de autoridades y reguladores.

El potencial de Blockchain está en modificar la manera en que las personas, las organizaciones, las empresas, los gobiernos, efectúan transacciones electrónicas. Los datos, al estar distribuidos en red y no centralizados en un solo servidor, corren menos riesgo de caer en manos de hackers o ciber atacantes. Solamente son accesibles para quien verdaderamente está involucrado con ellos y pueden formar parte de “Smart contracts” o contratos inteligentes, donde lo acordado entre partes no puede ser alterado.

La transparencia y la seguridad son valores esenciales de esta nueva tecnología: en ella, los activos son registrados, se mantiene actualizada la información sobre su estado, y además, se pueden colocar a disposición de autoridades y reguladores.

Lucas Jolías, director de Prince Consulting y de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina (RECIA), explicó que la expectativa es alta con Blockchain, pero los casos de uso aún son escasos: “Se precisa un mayor desarrollo. La red de Bitcoin procesa 7 transacciones por segundo, mientras que la de redes centralizadas –como VISA por ejemplo- puede llegar a 35.000, es decir que todavía se muestran más efectivas. Su aplicación dependerá de cómo evoluciona la tecnología”.

En este “extenso” camino por delante, en opinión de Jolías, el potencial de cambio con Blockchain es que propone una nueva gobernanza. Si bien se habla de la tecnología como capaz de “eliminar” intermediarios (al tomar el rol que pueden tener los bancos por ejemplo, en transacciones financieras), para el director de Prince Consulting la clave está en que “transforma” intermediarios. “Cambia la dinámica de intermediación, es más descentralizada, conlleva menores gastos. El desafío pendiente es que sea un sistema reconocido por los Estados”.

Las posibilidades de colaborar en mejoras concretas a nivel social y medioambiental van atadas a otras tecnologías, a la par de Blockchain. Jolías mencionó a la inteligencia artificial y el Big Data como fundamentales para colaborar con esta base de datos y generar un verdadero impacto.

Para Marina Solanas, que desde 2016 encara proyectos de monedas complementarias sobre Blockchain como CEO de WABA.network (ver caso más abajo), el potencial de la tecnología está en que se trata de un registro público, transparente, auditable en un 100% y que en sus diez años de historia, no ha sido corrompido. “Permite que los sistemas monetarios sean descentralizados, democráticos y de acceso público. Según indican algunos estudiosos de las monedas complementarias, éste es el secreto para su éxito, y lo habilita la tecnología Blockchain. La naturaleza distribuida de Blockchain implica que la contabilidad de cada sistema sea segura, auditable y pública, sin la necesidad de un administrador central en quien depositar la confianza. Gracias a estas características, Blockchain abre la posibilidad de que las comunidades diseñen, emitan y regulen sus propios instrumentos monetarios de forma segura y transparente, sin depender del sistema financiero tradicional”.

Transparencia para donaciones

El sismo que sacudió poblaciones de Italia en 2009 motivó uno de los casos más ilustrativos –y en funcionamiento- de implementaciones de Blockchain con impacto social a nivel mundial. Se trata de Helperbit, una start-up de ese país europeo que buscó ofrecer una alternativa de transparencia para donaciones en casos de emergencia natural o social. Guido Baroncini, fundador y actual CEO de Helperbit, recordó en diálogo con Fonres que años después del terremoto, se comprobó que el dinero donado para los damnificados no había llegado a destino, sino a bancos que lo utilizaron como reserva.

Permite que los sistemas monetarios sean descentralizados, democráticos y de acceso público. Este es el secreto para su éxito.

“En 2014 creamos el emprendimiento junto a un equipo de desarrolladores y a fines de 2016 decidimos probar la plataforma sobre Blockchain para un proyecto de recaudación de dinero. Inicialmente sólo operamos con una organización, porque estábamos experimentando. Se logró recolectar €70.000”, relató. En este caso específico, una persona afectada por un desastre podía cargar en la plataforma la factura o comprobante de lo que había gastado (para una reparación de una casa, por ejemplo), se verificaba su validez y se le enviaba ayuda por exactamente la misma cantidad de dinero, hasta un máximo de €5.000. Internamente, el sistema grababa el dato de la transacción, de manera que luego fuera visible todo lo gastado y donado.

En diciembre de 2017 Helperbit abrió la posibilidad de uso de su plataforma a cualquier proyecto a nivel mundial, bajo la condición de que demostrara una motivación social. Las donaciones se pueden efectuar en bitcoins, tokens digitales criptográficos o tarjeta de crédito. En el caso de utilizar bitcoin, se transfiere la misma cantidad de bitcoins; en caso de optar por los otros dos medios de pago, el dinero se transforma en bitcoin, por lo que intermediarios como VISA tomarán una comisión de entre el 3% y el 4%.

Hasta el momento la plataforma de Helperbit se aplicó a recaudaciones de dinero para enfermos, para personas en situaciones de pobreza o para causas medioambientales. “El objetivo con este desarrollo es que el donante cuente con distintas posibilidades de elección: efectuar la entrega de dinero de manera anónima o con su nombre; en los casos de sismo, puede decidir si envía el monto a una organización o a un usuario determinado afectado. Queremos que las donaciones se vuelvan seguras. La persona puede ver que su aporte llegó a destino. Y la organización que lo recibe, puede mostrar cómo utilizó ese dinero. En una situación que en general se desconfía, con Blockchain y bitcoin intentamos soluciones esa falta de transparencia”, destacó Baroncini.

La comunidad se empodera, porque gobiernan ellos sobre el sistema, sin necesidad de ajustarse a las estructuras del sistema financiero tradicional, sino poniendo como prioridad sus propias necesidades.

Como planes futuros, Helperbit trabaja en colaborar con donaciones para otros eventos de catástrofe, como inundaciones por ejemplo. Además, las personas pueden crear perfiles en la plataforma para ser identificados por su ubicación en eventuales emergencias, y que el sistema alerte de su situación de damnificado.

Monedas complementarias

La iniciativa de monedas complementarias de Waba.networks en Argentina surgió a fines del 2016, en el seno del movimiento nacional de empresas recuperadas: esta agrupación de unas 65 cooperativas atravesaba dificultades en el contexto de recesión económica nacional, especialmente a la hora de obtener créditos. “Las cooperativas no podían unir sus necesidades o demanda con su producción, por falta de un medio que lo facilite, porque no había crédito ni dinero. En este contexto se decidió crear una moneda complementaria al peso, pero que no sea una reproducción de la moneda de curso legal, como la que encontramos en el sistema económico tradicional, sino que incorporase los valores de la economía social y solidaria, que sea autogestionada por la propia comunidad, de manera tal que el gobierno de ese sistema monetario no sea impuesto desde afuera, no incorpore estructuras que se deciden en otros lugares del mundo, sino que sea un reflejo de la idiosincrasia de esa comunidad”, expuso Mariana Solanas, CEO de Waba.networks.

De esta manera nació la moneda PAR, un sistema de intercambio de bienes y servicios en el que 1 PAR equivale a 1 peso argentino. Funciona sobre Blockchain, al igual que otras criptomonedas, lo que le garantiza: seguridad, escalabilidad, efectuar intercambios de forma instantánea y sobre un registro público de transacciones y tenencias de la red.

Solanas explicó que el sistema monetario subyacente a la moneda PAR es el sistema de crédito mutuo, en el que los integrantes disponen de un monto de crédito, o de descubierto, es decir, la posibilidad de gastar sin antes haber tenido dinero, pero con el compromiso de que lo que uno toma de la comunidad, lo devuelve después. “El monto de crédito que cada usuario puede tener es determinado en conjunto por la comunidad de acuerdo a sus valores. La moneda que se usa en los intercambios se crea en el momento en el que se realiza el intercambio. Acá no hay inyecciones de dinero. El dinero se crea en el mismo instante en el que una persona se pone de acuerdo con otra para realizar el intercambio. El dinero funciona como un vehículo de intercambio y es destruido en el momento en el que esa transacción se terminó. No hay fuga de capital”, aclaró.

Hasta el momento, se otorgaron en moneda PAR más de $ 500.000 en créditos, con nodos en Mar del Plata, Tandil, Villa María y AMBA, y próximamente se sumarán en General Pico y Comodoro Rivadavia. Unos 140 usuarios, entre micro y Pymes, utilizan el sistema.

Lo valioso de sistemas sobre moneda PAR es, como destacó Solanas, que “las comunidades pueden determinar los mecanismos mediante los cuales se toman las decisiones acerca de los parámetros de cada sistema monetario. Esto incluye desde esquemas autocráticos administrados por un solo usuario, hasta sistemas democráticos donde todas las decisiones están sujetas a votación. La comunidad se empodera, porque gobiernan ellos sobre el sistema, sin necesidad de ajustarse a las estructuras del sistema financiero tradicional, sino poniendo como prioridad sus propias necesidades”.

A la moneda PAR se sumarán este año otras dos criptomonedas sobre Blockchain, creadas en el seno de Waba.networks. “Discoin”, un sistema de fidelización multilaterial para comercios locales, que permitirá obtener un cupón de descuento en un negocio y poder utilizarlo en otro de la zona: se aplicará en concreto en la ciudad de La Plata, con el objeto de promover que la riqueza quede en la región. Luego, “Jellycoin”, basada en la filosofía de la economía circular, premiará el reciclaje de residuos en Misiones.

Desarrollo de la identidad digital

La ONG Bitcoin Argentina, de la mano del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la empresa Accenture, arrancaron en 2015 con una iniciativa para desarrollar un sistema de inclusión financiera en poblaciones vulnerables, basado en Blockchain. El proyecto arrancó con conversaciones con organismos estatales y algunos actores privados del mundo fintech y financiero, que llevaron a que Accenture se sumara, colaborando con aportes y equipos de trabajo.

Javier Cerra, secretario de la ONG Bitcoin Argentina, explicó a Fonres que el objetivo fue utilizar Blockchain como elemento de integración social, cívica y tecnológica de poblaciones vulnerables de la ciudad de Buenos Aires y el AMBA. “Consta de pilotos en la Villa 31 y algunos barrios aún no definidos del conurbano. Primero, se desarrollará una aplicación móvil para que los habitantes de la Villa 31 puedan efectuar transacciones financieras sin necesidad de una cuenta bancaria. Para estas personas es algo prioritario poder transferir dinero a sus familiares del Interior de la Argentina o de países limítrofes”, destacó.

En segundo lugar, se prevé realizar cursos de capacitación para registro de datos, por ejemplo, de registro de vivienda. “El hecho de poder certificar operaciones y que eso quede registrado en Blockchain, permite que el ciudadano pueda avanzar en trámites necesarios, independientemente del gobierno de turno. El corazón de este proyecto es el desarrollo de la identidad digital portable, una posibilidad que se le da al ciudadano. De esta manera, sólo él puede acceder a sus datos, y las transacciones que realice –registros, microcréditos, por ejemplo- quedan validadas en Blockchain”, continuó Cerra.

La base de datos que constituye Blockchain se nutre de información objetiva del ciudadano (pago de impuestos, certificaciones de cursos de oficios, entre otros), a lo que se suman datos cualitativos de vinculación con su entorno, de comportamiento, que conforman su perfil. “Blockchain permite que la información que muestra el usuario, sea vista por las instituciones, y que estas últimas sepan que es válida en origen. Se toman entonces los beneficios de Blockchain para empoderar a las personas, en su privacidad y en su libertad, al darles capacidad de gestionar su identidad gracias a la certificación en origen”.

El proyecto requiere una inversión de US$ 2,5 millones, de los cuales el FOMIN aporta US$ 1,2 millones, y el resto está repartido entre la ONG Bitcoin Argentina y Accenture. Actualmente está en etapa de ejecución y durante todo 2018 se difundirá la aplicación móvil entre habitantes de distintos barrios de Villa 31. “Venimos trabajando en la zona desde hace tres a cuatro años, en un proceso de co-creación de esta app con los vecinos, para identificar las necesidades que tenían. Por eso se hizo foco en la usabilidad, en que sea realmente funcional, intuitiva y simple de usar”, relató Cerra.

A futuro, el desarrollo tecnológico sobre Blockchain podrá ser implementado en otras latitudes y proyectos, porque está en código abierto y el BID lo incluirá en un repositorio para su uso posterior.

 

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