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Sin dueño

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“Siempre la parte dominante nos decía que nosotros no podíamos hacer la gestión pública, que los indígenas nunca van a gobernar. Eso es lo que más indignaba… Vamos a demostrar que los indígenas podemos hacerlo y de hecho, lo estamos haciendo”. Así describe Delcy Medina Carrillo, una de los seis referentes zonales, miembro del Tëtarembiokuai Reta u Órgano Ejecutivo de Charagua Iyambae, lo que los motivó a iniciar el camino hacia dejar de ser el municipio más grande de Bolivia para transformarse en Autonomía Indígena, la primera del mundo.

Sin alcalde, sin concejales, sin partidos políticos, este espacio viene a romper con el orden instituido -pero no para instaurar uno nuevo- sino por el contrario, volver a sus raíces, a poner en valor su identidad, a su ñande reko (modo de ser) que se expresa en sus visiones propias sobre la vida, la naturaleza y el cosmos, y se traducen en prácticas, normas, sentidos que regulan organización social, cultural, política y económica tanto hacia adentro como con quienes interactúan.

El “Vivir Bien” o Yaiko Kavi Pave en lengua guaraní, es el espíritu que sustenta el objetivo institucional y el que orienta toda su gestión. Plantean dejar de lado las ideologías que marcan las políticas tradicionales y despojarse de intereses personales para poder concretar lo que verdaderamente esa comunidad demanda o necesita. “El gobierno en la Autonomía ha cambiado la pirámide. Si antes era el alcalde con los concejales y en último lugar estaba el pueblo, en este caso está invertido. Somos servidores, ejecutores de las ideas, proyectos y prioridades que nacen desde las bases como una demanda para nosotros”, así explica este sistema Luis Gonzalo Yandura Pinto, otro miembro del Órgano Ejecutivo.

A casi dos años de gestión, pero muchos más de una intensa lucha por reivindicar su cultura y sus derechos, Edufors pudo conversar con dos de los seis representantes zonales del Órgano Ejecutivo y en estas páginas compilamos esos diálogos para adentrarnos en ese especial rincón de Sudamérica, que sin dudas marca un antes y un después para los pueblos originarios de la región y del mundo.

Lograr contactarlos resultó fácil. Que aceptaran la entrevista más aún. Lo único que no fue tan simple, fue que la tecnología permitiera que se concrete el diálogo. Es que Delcy Medina Carrillo y Luis Gonzalo Yandura Pinto, pasan la mayor parte del día en territorios donde todavía no hay wifi o buena señal telefónica. La Autonomía Guaraní Charagua Iyambae se encuentra ubicada al sur del departamento de Santa Cruz, en la provincia Cordillera de Bolivia. Específicamente, al sur del río Grande, en la zona conocida como Chaco boliviano, considerado el ecosistema de bosque seco más grande del mundo.

Luego de horas de espera y cuando finalmente aparecían las “dos rayitas” en whatsapp, sólo era cuestión de minutos para que ambos se pusieran en contacto dispuestos a compartir su experiencia y transmitir a través de palabras simples un mensaje tan profundo como inspirador. 

¿Qué los motivó como pueblo a iniciar esta lucha por la Autonomía?

Delcy Medina Carrillo (DMC): Lo que nos motivó a nosotros a llegar a esto es que nos sentíamos a un lado. Siempre la parte dominante nos decía que nosotros no podíamos hacer la gestión pública. Que los indígenas nunca van a gobernar. Eso es lo que más indignaba. Entonces vamos a demostrar que los indígenas podemos y de hecho, lo estamos haciendo.

Luis Gonzalo Yandura Pinto (LYP): Tema cultural más que todo, que en su mayoría es guaraní. Históricamente nunca ha sido tomado en cuenta en la función pública. A pesar de que en dos municipios ya hemos tenido indígenas y originarios del lugar como alcaldes, veíamos esta autonomía como oportunidad de poder ejercer ese derecho. Desde hace años que viene este proceso para ser autónomo con el objetivo de ejercer el gobierno según nuestro propio procedimiento, y que nos permita tomar nuestras decisiones frente a las problemáticas sociales.

Guaraní Charagua Iyambae es la primera autonomía del mundo. ¿Qué cree que fue lo que hizo que este reclamo y proceso en particular haya tenido éxito?

 LYP: Históricamente desde los años 90, siempre existió un problema con el tema de la tierra y los derechos sobre ellas. En estos lugares era como si los indígenas fueran ajenos en su propio territorio. Esa fue la principal inquietud. Se realizaron marchas, en camino al gobierno central para que pudiera tomarse en cuenta este reclamo. Muchos hombres y mujeres han caminado, hubieron muertos, enfrentamientos y en ese ejercicio lo que siempre se ha reclamado es la paz como derecho. Todo ese movimiento social ha sido tomado en cuenta para que se pudiera -de una vez- concretar esto a través de un estatuto, normativas y reglamento de un gobierno indígena.

Luego de la aprobación de la Constitución Política del Estado en enero del 2009, que reconoce la Autonomía Indígena Originaria Campesina y Regional, ¿Cuáles fueron los pasos que siguieron?

DMC: Antes de la nueva Constitución del Estado ya teníamos como iniciativa la creación de un Décimo Departamento que no se concretó, pero hemos hemos tenido nuestros representantes en el proceso de creación de esta nueva constitución que insertó la autonomía. El 6 de diciembre se realiza el primer referéndum que aprueba la conversión de municipio a autonomía indígena, en el cual ganamos con un 57%.

La Asamblea del Pueblo Guaraní es la máxima instancia de representación social y política del pueblo. En Charagua se encuentra representada por cuatro capitanías y hemos tenido asambleas comunales, zonales viendo cómo iba a ser en sí el ejercicio de la construcción de nuestra ley, ya mas pequeña podriamos decir, pero lo que dio origen a nuestro Estatuto autonómico. Todas las propuestas para su elaboración han sido recogidas desde las bases, con el apoyo técnico para la transcripción y sociabilización. Este documento fue aprobado el 20 de septiembre del 2015 con un 53% a través de un segundo referéndum.

De esta manera, se materializó lo que actualmente es nuestra autonomía que está conformada por tres instancias: Órgano de Decisión Colectiva o Ñemboati; el Órgano Legislativo o Mborakuai Simbika Iyapoa Reta, y el Órgano Ejecutivo o Tëtarembiokuai Reta Imborika.

El objetivo institucional de la autonomía es contribuir al Yaiko Kavi Pave, es decir el “Vivir Bien” de sus habitantes. ¿Qué significa esto?

LYP: Es el espíritu de la autonomía. Entonces ¿cómo se tiene que vivir? hay que cambiar en primer lugar las ideologías de las gestiones tradicionales de donde vienen los políticos a plantearnos las cosas. Acá hay que despojarnos de los intereses personales en primer lugar para concretar lo que verdaderamente como comunidad queremos concretar. Este concepto es la esencia que se maneja a través de los que son los principios culturales que tenemos y es en base a eso que hacemos la distribución de los recursos. Tenemos seis formas de distribución, justamente para no dañar a nadie ni dejar a nadie a un lado.

DMC: Lo que dice nuestro estatuto es que el Vivir Bien significa que nosotros podamos trabajar desde las bases, con propuestas, con iniciativas productivas. Ahora la decisión ha cambiado la pirámide. Antes el que mandaba y autorizaba era un alcalde con los concejales, en cambio ahora es el pueblo quien decide, toma sus decisiones en la elaboración de sus planes anuales. Hay más participación y un mejor control, entonces eso es lo que se quiere para poder seguir adelante para llevar a este objetivo que es el Vivir Bien en el ámbito productivo, educativo y de salud.

¿Cómo resolvieron la multiculturalidad que conformaba este grupo para lograr armar el gobierno y actualmente para la gestión del mismo?

DMC: Al principio fue muy duro. Uno de los centros urbanos no se presentó a la convocatoria, no fue parte de la construcción de este estatuto porque no aceptaban ellos la gobernanza indígena. Hemos tenido problemas, pero también hemos tenido que ser sabios en poder socializar las leyes de ese estatuto que se estaba construyendo. Algunos nos recibían en las casas, otros no, otros en lugares públicos, en las plazas donde se podía hacer la socialización. Este proceso duró siete años hasta su aprobación. Luego de que el Tribunal Superior lo aprobara, nuevamente se llama a un referéndum y ahí comenzamos. Y los que antes no habían sido parte de esta construcción, eran los que más apurados estaban para la gobernanza. Ahora somos seis zonas unidas donde se trabaja articuladamente mediante la figura de un coordinador. Esa es la manera en la que vamos avanzando, sIempre en el marco del respeto y la coordinación.

La acción del gobierno sentó sus bases en el Plan de Gestión Territorial Comunitario (PGTC). ¿Cómo fue el proceso para llegar a ese documento?

LYP: Lo primero que se ha pensado para poder concretar y dar marcha a este gobierno más allá de las leyes (Estatuto Autonómico), es en una gestión pública que debe ser planificada a través de planes y no solamente zonales. Estos planes se han realizado a través de muchas asambleas para poder priorizar en conjunto todas las problemáticas sociales y necesidades básicas. Por medio de esas proyecciones que se han socializado, compartido, debatido se ha llegado a sacar en conjunción lo que es el PGTC. También tenemos planes zonales que están proyectados de acuerdo a las necesidades de impacto y en base a ello se hace una diagramación de una ruta crítica para tener una evaluación de acuerdo a esa planificación y analizar nuestros avances y dificultades.

¿Cuáles son los principales temas de la agenda hoy?

LYP: Este año hemos trabajado como proyecto estratégico. Es decir, no por zonas sino como entidad territorial. Queremos reflejar eso a través de obras que impacten y beneficien a toda la zona -no solamente a un sólo lugar- en el largo, mediano o corto plazo. No es una inversión muerta sino que genera recursos. Comenzamos con problemas económicos, por esos las planificaciones tienen también que ver con cómo generar recursos, no solamente atenerse al techo presupuestario que el gobierno central nos da. En otras palabras, no queremos solamente gastar, gastar, gastar. Una planificación tiene que nacer pensando cómo aprovechar esas políticas culturales que nosotros tenemos. Para que haya un desarrollo, no solamente hay que plantear la idea sino también ver de dónde y cómo hacerla realidad.

En un momento donde la equidad de género forma parte de la agenda de países y organizaciones, el estatuto charagüeño impone que exista esa paridad para elegir las autoridades…

DMC: Si. El Órgano Legislativo está compuesto por 12 legisladoras y legisladores (2 por zona) elegidos según criterios de equidad de género (6 mujeres y 6 hombres).

Pero para el Órgano Ejecutivo era diferente, podía ser cualquiera de los dos ya que era un sólo cargo por zona. Yo he ido como candidata y he competido con dos compañeros varones y salí ganadora. Soy la única mujer en esta esfera de gobierno. Estoy adquiriendo experiencia en este nuevo sistema y como mujer siempre animo a mis compañeras para que ellas sigan. Entonces yo tengo que hacer bien la gestión pública.

El panorama regional indica que varios países están virando hacia gobiernos inclinados a políticas de derecha, con todo lo que ello implica. ¿Cómo puede llegar esto a afectarlos?

LYP: Por supuesto que hay muchas actividades políticas. Por eso nosotros empezamos a analizar este tema ya el año pasado a los tres meses de ejercicio como gobierno. Evaluamos y definimos cómo íbamos a enfrentar todas estas cuestiones. Porque pueden haber ofertas políticas y pueden atacar a las zonas y ahí sí que nos vamos a dividir. Pensamos qué pasaría si aceptamos, si no, cómo lo vamos a manejar. Para eso, contamos con un representante legal, un Coordinador (Tëtarembiokuai Reta Imborika, TRI) y es a través de él que se recibe toda propuesta y se analiza.

¿Qué enseñanzas pueden transmitirles a otras comunidades o municipios que quieren seguir el camino hacia la autonomía?

LYP: Tuvimos la oportunidad de poder compartir nuestra experiencia en un municipio que quiere ser autónomo también. Y lo que vimos es que ellos en primer lugar tienen que estar bien convenidos, porque sino tampoco puede ser implantado. La autonomía es integradora, entonces no funciona si muchos actores no se involucran. Si bien podemos recomendarles asuntos administrativos, no podemos hacer mucho más, porque cada lugar tiene sus contextos, sus realidades, sus potencialidades. Ellos tendrían que ver esas potencialidades y definir cómo manejarlas. En definitiva, lo que aconsejamos siempre, es que estén seguros de que van a poder solventarse, sostenerse como autónomos y que todo esto no sea un perjuicio para los habitantes.


Un Sistema de Gobierno con identidad cultural

En Charagua Iyambae el gobierno local se constituye por normas y procedimientos propios, siguiendo el Estatuto de la AGCHI, aprobado por la población el 20 de septiembre de 2015.

De acuerdo a ese documento, rige un sistema de abajo hacia arriba, desde el nivel comunal, zonal e interzonal para llegar a conformar una estructura de tres ámbitos que hacen al todo:

– Ñemboati Reta, es el Órgano de Decisión Colectiva, cuyos miembros tienen un mandado de tres años.

– Mborokuai Simbika Iyapoa Reta, es el Órgano Legislativo, donde los componentes tienen un periodo de mandato de cinco años,

– Tëtarembiokuai Reta, es el Órgano Ejecutivo, instancia donde los elegidos también tienen un tiempo de mandato de cinco años.

La Ñemboati Reta u Órgano de Decisión Colectiva es la máxima instancia de decisión del Gobierno Autónomo Guaraní Charagua Iyambae y se conforma por tres Asambleas de acuerdo al siguiente orden ascendente:

– Ñemboatimi (Asamblea Comunal)
– Ñemboati (Asamblea Zonal)
– Ñemboati Guasu (Asamblea Autonómica)

Las decisiones emanadas por este Órgano de decisión colectiva son de carácter obligatorio para el Mborokuai Simbika Iyapoa Reta (Órgano Legislativo) y el Tëtarembiokuai Reta (Órgano Ejecutivo) de acuerdo a sus atribuciones.


 

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