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Lo distinto que tenemos en común

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Encontrarse en la Diversidad, una fundación que transforma en una fortaleza la pluralidad de nuestra sociedad. 

Estamos acostumbrados a reunirnos para encontrar eso que nos une, lo que compartimos o lo que nos hace sentir iguales o cercanos entre sí. Pero, ¿qué pasa cuando el motivo es exactamente el contrario? Cuando el objetivo para el encuentro es identificar “lo distinto, que tenemos en común”. Esa inquietud fue la que un día se despertó en Ariel Dorfman y lo llevó a crear en 2007, la Fundación Encontrarse en la Diversidad.

Dorfman, Director de la entidad, cuenta que todo comenzó en una charla en el living de su casa, recordando situaciones vividas en distintas etapas de su vida, donde había sufrido discriminación y otras en las que él mismo había estado del otro lado del mostrador, causando ese daño. Así, surgió una pregunta que desde ese primer momento es el motor de la actividad de la organización: “¿Cómo ser con otros, sin dejar de ser quienes somos?

Para comenzar a trabajar en la construcción de una respuesta, la herramienta elegida fue el diálogo. Convocando a entidades de distintos credos, orígenes, y sectores sociales, organizaron el Encuentro en la Diversidad, que hoy, 13 años después, se ha posicionado como un punto de reflexión y acción sobre esta temática a nivel regional.

Desde allí se abordan tópicos como las identidades, la coexistencia y se trabaja sobre algunas de las tensiones que hoy están afectando la vida en común, como ser la generación de estereotipos y los prejuicios a ellos asociados. La primera reunión contó con la participación de 200 jóvenes que participaron de los talleres y paneles, pero con el correr del tiempo, su alcance creció exponencialmente. “Actualmente hablamos de un encuentro donde 3 mil jóvenes, se encuentran cara a cara durante todo un día y logran ver que el prejuicio se destruye en el encuentro mismo. Lo que nosotros tenemos que tratar de hacer, es trabajar en nosotros mismos y hacia los demás. Sacarnos las etiquetas y sacárselas a los otros también” explica Dorfman poniendo en palabras el espíritu de este evento.

Un valor que enriquece

Al hablar de la discriminación en la Argentina Dorfman ofrece, lo que el define como una muy buena noticia: “la discriminación no está en nuestra genética, en la sangre o en nuestro ADN, sino que está en la cultura. Por eso, podemos transformarla, convertirla, aprenderla o desaprenderla”. La discriminación, según la entienden desde la fundación, se define como “un conjunto de prácticas culturales de estigmatización y represión en función de las cuales se vulnera la igualdad de oportunidades, trato y resultados de distintos colectivos y sujetos sociales, en función de la desigualdad y las diferencias que se atribuyen a los mismos”. Se trata entonces de un hecho social y colectivo y se produce en una relación de desigualdad. “Nosotros decimos que en la discriminación siempre hay un discurso de poder y cuando éste se cuestiona, hay tensión y resistencia” aclara Dorfman.

Entre los factores que delinean las actitudes sociales, destacan los prejuicios y estereotipos que las sociedades fueron construyendo a lo largo de los años, dando como resultado que “todos somos discriminados pero también discriminamos, influídos por la educación que hemos recibido, por los mandatos que hemos tenido” explica Dorfman.
Esta dualidad se ve expresada en las nuevas generaciones y el ejecutivo da un ejemplo concreto. “Los jóvenes tienen una mirada de género interesantísima. Pero tienen muchos prejuicios respecto de los adultos mayores o los migrantes, entre otros. Es decir, la discriminación se va corriendo, va mutando y funciona sobre todo cuando es invisible. Cuando la discriminación se empieza a visibilizar deja de ser una práctica natural y es ahí donde estamos empezado a hacer un cambio sustancial” se explaya. Así, el abordaje para sus intervenciones son de 360 grados y esta mirada es la que guía los próximos pasos institucionales. “Nosotros no descubrimos la pólvora, somos parte de una ola que nos antecede y sabemos que somos parte de una ola que va a continuar después de nosotros. Pero lo que estamos tratando de hacer es generar impacto en cada comunidad”, expresa Dorfman. En ese sentido, explica que el escenario actual exige repensar grandes cuestiones que ya se encuentran arraigadas en nuestras sociedades y que -muchas veces- hasta pueden pasar desapercibidas. Para graficar esta situación, ofrece un ejemplo que resuena en muchas conversaciones referidas al ámbito laboral. “Si tenés un trabajo regular es `en blanco´, pero si tenés un trabajo irregular es `en negro´. Entonces para nuestra cultura lo blanco es mejor que lo negro”, menciona.
Según los datos que manejan desde la organización, uno de los grupos que más denuncia ser objeto de discriminación, es el de las personas con discapacidad, aunque esto no significa que es el que más sufre este flagelo. Esto se explica en que a diferencia de otros grupos vulnerables, éstos se encuentran más empoderados y disponen de más información y herramientas para hacer valer sus derechos.

Pasar a la acción

La visión de la Fundación Encontrarse en la Diversidad, se traduce en alcanzar una sociedad en la cual la diversidad de sus integrantes sea entendida como un valor que la enriquece y la potencia, como comunidad y como personas. Para concretar su labor, además desarrollan otros talleres y jornadas de sensibilización y reflexión en conjunto con instituciones educativas y otro tipo de organizaciones.
Identificaron un conjunto de ámbitos donde es posible comenzar a desarticular las prácticas discriminatorias que fragmentan la sociedad. Estos ejes de trabajo donde intervienen son: educación, trabajo, comunicación y deporte.
Hasta el momento, ya han participado más de 80 mil personas en sus actividades, visitan 90 instituciones por año, realizan 350 workshops en ese mismo periodo y se apoyan en la colaboración de voluntarios, que alcanzan un total de 90.
Uno de los proyectos que el ejecutivo destaca, tiene que ver con la construcción de liderazgo femenino que están realizando con un grupo de promotoras socio comunitarias que poseen un compromiso con la comunidad y demandan capacitaciones para adquirir nuevas herramientas a la hora de responder ante las problemáticas que enfrentan día a día. A través de esta iniciativa, “se pretende que ellas puedan emprender proyectos dentro de sus comunidades, donde su migración sea una potencia, donde ser madres solteras sea un orgullo y no una vergüenza y que a la vez puedan ser formadoras de jóvenes sobre este tema” expresa Dorfman.

Un premio a la Innovación Cultural
En 2017 la Fundación Encontrarse en la Diversidad fue seleccionada entre 1300 proyectos de 130 países alrededor del mundo, como una de las 10 organizaciones que recibieron el premio a la Innovación Intercultural (IIA) por la Alianza de las Civilizaciones (UNAOC) y BMW Group. Se trató de la primera ocasión en que una organización argentina recibe esta distinción. Esta distinción -que tuvo su primera edición en el 2011- propone contribuir a la paz, a la prosperidad y a la construcción de sociedad más inclusivas, mediante el apoyo y acompañamiento de proyectos sostenibles e innovadores en materia de interculturalidad.
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