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Igualdad de género 2019: ¿Cómo nos fue?

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Por Prof. Olivia Sokol, coordinadora del Area de Indicadores & Género de FORS 

¿Cuáles fueron los resultados de las medidas para lograr la igualdad de género en nuestro país durante este año? Un racconto de los sucesos de 2019 que, a pesar de dar un balance negativo, nos muestra los esfuerzos alcanzados y las oportunidades en camino.

Como señala el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 (ODS5), empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género es fundamental para acelerar el camino hacia sociedades más justas e inclusivas, tal como plantea la Agenda para el Desarrollo 2030, diseñada por Naciones Unidas.

Como este objetivo bien promueve, poner fin a todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además tiene un efecto multiplicador en todas las demás áreas del desarrollo. No obstante, los esfuerzos desde la creación del Consejo Nacional de Mujeres, devenido luego en Instituto Nacional, las numerosas marchas por #NiUnaMenos, y la organización de distintos movimientos de mujeres, las brechas y desigualdades que enfrentan este sector de la población, son muy difíciles de reducir y persisten.

Durante este año se sucedieron varios hitos en torno a lograr el objetivo de la igualdad:

  • Fin del programa de implementación del Plan Nacional de Acción Contra la Violencia hacia las Mujeres (2015-2019), que contempló un abordaje integral de la violencia de género.
  • Se concretó la ampliación de la capacidad de atención de la Línea 144 para denuncias violencia de género, dando como resultado un 30% más de llamadas.
  • La creación de un área de seguimiento de casos dentro de esa misma línea telefónica, incluyendo el lanzamiento de una aplicación.
  • Creación de un Área de Litigio Estratégico dentro del Instituto Nacional de las Mujeres.  Mientras que también se organizó un Servicio de Monitoreo, Supervisión y Rastreo para Agresores y Víctimas (tobilleras) con una inversión de más de 500 millones de pesos.
  • Se impulsaron distintas campañas como #PorMasMujeresEnLasCiencias o #ElAcosoExiste.
  • Se sancionó la Ley N° 27.501, que incorpora el acoso callejero como modalidad de violencia a la mujer. La norma incorpora al artículo 6° de la ley 26.485 (Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) la violencia contra las mujeres en el espacio público.
  • Se aprobó e implementó la paridad de género en las listas electorales. No obstante, más del 80% de ellas fueron encabezadas por hombres. De este modo, esta medida de acción afirmativa se presentó como un comienzo ya que el impacto de las mujeres en electas fue menor.

Pese a estos desarrollos, en la Argentina durante el 2019 murió una mujer cada 26 horas en alrededor de más de 300 casos de femicidios (Fuente: Observatorio “Ahora si nos ven”). Para noviembre de 2019, el 84% de esos casos habrían ocurrido a manos de hombres conocidos o del círculo íntimo de las víctimas, en donde el 23% de las víctimas eran jóvenes de entre 15 y 25 años, y de estos el 70% fueron cometidos por sus parejas o ex parejas. En tanto el 22% fueron contra mujeres adultas mayores, que en 74% fueron asesinadas dentro de su hogar. A esto se debe sumar la muerte de mujeres trans: una muerte cada 96 horas (Fuente: El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio hacia Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans).

Una brecha económica que persiste

En torno a la brecha salarial 2019, en Argentina, alcanzó un 27,5%.  Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en los últimos 27 años la brecha apenas ha disminuido a nivel mundial. Es así como las mujeres perciben un sueldo aproximadamente un 20% inferior al de los hombres (Fuente: World Economic Forum). Según las cifras, en nuestro país las mujeres tuvieron que trabajar hasta este 9 de abril para equiparar lo que los varones ganaron en 2018. En otras palabras, que el sexo femenino necesitó un año, tres meses y nueve días para percibir lo que los varones logran en solamente un año. En el caso de las trabajadoras informales, que representan un tercio del total, la brecha se amplía hasta más del 36%. Entre ellas, están incluidas las empleadas domésticas, quienes tienen las tasas más altas de precarización laboral y los salarios más bajos. Esto sumado a la situación crítica que atravesó la economía local, agravó una situación que repercutió especialmente en las mujeres jefas de familia.

Sobre cuidados y cuidadoras

La última medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), sobre el tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidado no remunerado data de 2013. En la Ciudad de Buenos Aires, según los datos de la Dirección de Estadística, que publica una encuesta del uso del tiempo de forma regular, en 2016 las mujeres dedicaban 7.59 horas al trabajo remunerado de mercado y 3.27 horas al trabajo doméstico no pago. A eso se suman 5.27 horas dedicadas al cuidado de miembros del hogar, también sin remuneración. Por su parte, los hombres dedican 8.52 horas al trabajo de mercado y solo 1.57 al trabajo doméstico no pago, con 3.42 horas para el cuidado de familiares, sin pago.

Sin embargo, recientemente se estableció que, de ahora en adelante, los datos sobre el cuidado deberán medirse cada dos años a través de las Encuestas Permanentes de Hogares. Lo que contribuirá a dar continuidad y precisión a la evaluación de distintas políticas públicas en esta materia. Según se publicó en el Boletín Oficial, se apuntará a recolectar y cuantificar con perspectiva de género información sobre la participación y el tiempo destinado por las personas a sus diferentes actividades de la vida diaria, desagregado por género y edad. Su objetivo principal será medir el aporte económico del trabajo de cuidado no remunerado fuera del mercado y al interior de los hogares. De esta manera, se buscará generar información estadística que permita actuar y responder a esta situación con políticas públicas específicas.

Nuevos horizontes, nuevas oportunidades

Con la creación de Ministerio de la Mujer, la Diversidad y la Igualdad soplan vientos de profundización en los cambios hacia políticas inclusivas y de igualdad de géneros. Esta nueva cartera buscará asumir la prevención y erradicación de la violencia de género, generar acciones para establecer la igualdad laboral y salarial, garantizar la paridad en todos los ámbitos (representativos y ejecutivos), avanzar en los derechos reproductivos de las mujeres y garantizar la educación sexual integral.

En este fin de década el balance para la igualdad de género en nuestro país sigue siendo negativo, pero con altas expectativas de profundizar los caminos ya iniciados y de crear nuevas oportunidades para lograr un país más igualitario para todos y todas.

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