Main Menu

Read Carefully

A 25 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, se impulsa una nueva red de mujeres de todas las generaciones, que busca lograr la igualdad en el tiempo por venir.

Cuando hablamos de los avances en la búsqueda de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº5, lograr la igualdad de género, es imposible no remontarnos a un hito fundador como fue la Plataforma de Acción de Beijing. Esta fue adoptada por 189 gobiernos que se comprometieron a tomar medidas audaces y estratégicas en 12 esferas específicas. Así, se proponía solucionar problemas de género vinculados con la situación de pobreza, educación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder, toma de decisiones, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente y situación de las niñas, todos estos puntos se volvieron los ejes centrales del documento.

Hoy, tenemos algunos cambios positivos para celebrar. Por ejemplo, disminuyó un 38 % el índice de mortalidad materna desde el año 2000. A su vez, el número de niñas que asisten a la escuela es mayor que nunca, y a nivel mundial, participan más mujeres que hombres en la educación terciaria. Por su parte, un total de 131 países realizaron reformas legales para apoyar la igualdad de género y abordar la discriminación a través de legislaciones especificas (Fuente: ONU Mujeres). En el caso de los países latinoamericanos, más de la mitad comenzaron a aplicar leyes contra la violencia doméstica (Fuente: Igualdad de género Nº3 – PNUD). No obstante, ningún país ha logrado la concreción de un mundo plenamente igualitario.

La realidad regional que estamos atravesando, producto de la crisis mundial por el COVID19, expuso problemas estructurales de toda índole, donde aquellos relacionados con la desigualdad por motivos de género, son de los más difíciles de mitigar en este nuevo contexto. A raíz de esta situación se vislumbró rápidamente que estas cuestiones -lejos de desaparecer- se intensificaron, aumentando las realidades desiguales en torno a la autonomía de las mujeres.

Como menciona CLACSO[1], más de la mitad de trabajadoras en América Latina y el Caribe se encuentran en situación de informalidad o en condiciones de muy baja calidad de empleo, lo que afecta directamente su situación socioeconómica y las posibilidades de cumplir con la situación de aislamiento actual. Ya que en muchos casos de sus trabajos dependen sus vidas y la alimentación de las personas a su cargo. Además, el aislamiento para muchas de ellas se tradujo en el incremento de las tareas de home office juntos con las demás actividades domésticas y de cuidados al interior de los hogares. Así, una medida que pretende cuidarlas como el “quédate en casa” no considera la exigencia, las tensiones y la carga de trabajo que pesa sobre las mujeres, a las que se les exige dar respuesta a las necesidades de las personas que se encuentran a su cuidado.

Más aun, el aislamiento y tratamiento en casa de los infectados con casos menos severos de COVID, están siendo atendidos mayormente por ellas y como consecuencia, su riesgo de infección se incrementa. A su vez, la fuerza de trabajo en el sector salud está compuesta por multitud de profesiones y trabajos feminizados en las primeras líneas de acción (enfermeras, auxiliares de enfermería, bacteriólogas, personal de limpieza, entre otras).

En términos numéricos, las mujeres representan más del 80% de las personas trabajadoras del sector (Fuente: CLACSO). Por último, y no menos relevante, es el recrudecimiento de casos de violencia intrafamiliar y femicidios en este contexto.

Frente a esta desigualdad, la ONU propone la campaña pionera Generación Igualdad: por los derechos de las mujeres y un futuro igualitario. Esta iniciativa busca reunir a las próximas generaciones de activistas, con las defensoras y los defensores de la igualdad de género y las personas visionarias que fueron indispensables en la creación de la Plataforma de Acción de Beijing[2]. Entre sus principales objetivos a concretar se destaca la eliminación las diferencias a la hora de compartir el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado; poner fin al acoso sexual y todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas; generar servicios de salud que respondan a sus necesidades; y, lograr su participación paritaria en la vida política, en la toma de decisiones y en todas las esferas de la vida. 

La Plataforma de Acción de Beijing fue adoptada por 189 gobiernos que se comprometieron a tomar medidas audaces y estratégicas en 12 esferas de especial preocupación que atañen a la igualdad de género

La conmemoración del 25º aniversario de Beijing, es la excusa en este 2020, para insistir en alcanzar por fin, los derechos humanos para todas las mujeres y niñas. La propuesta se desplegará durante todo el año. Como señala Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, “Al día de hoy, ningún país puede pretender que ha alcanzado la igualdad de género. Hay una serie de obstáculos que permanecen sin cambios en la legislación y en la cultura”. Este programa viene a saldar esa deuda incluyendo a diversos actores sociales, que, con el liderazgo de la sociedad civil, busca movilizar para garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres. 

Generación igualdad promueve una movilización global e inclusiva, con la ambición de generar una serie de coaliciones de actores para realizar acciones específicas. De esta manera, busca impulsar la acción colectiva y establecer un dialogo intergeneracional. Se trabajará por medio de ejes transversales que en líneas generales se refieren a reformas en leyes, educación, discriminación, financiamiento, información, etc.

La eliminación de la discriminación y la desigualdad es un prerrequisito para alcanzar un mundo mejor, es inadmisible que las brechas continúen persistiendo. Estamos frente a la existencia de problemas que acarreamos desde hace siglos. La puesta en crisis del statu quo actual ofrece oportunidades para romper con las brechas.

Así, cobra relevancia el aprendizaje adquirido en los últimos 25 años, que se establece como herramienta de trabajo para acelerar las acciones en este camino. Generación Igualdad, conformada por un movimiento joven integrado por las nuevas generaciones del NiUnaMenos local y el MeToo internacional, se erige junto con las pioneras luchadoras del campo feminista, como la promesa de que la igualdad para las mujeres será un imperativo ineludible.


 

[1] Fuente: https://www.clacso.org/creemos-necesaria-colocar-en-el-debate-publico-los-impactos-que-tiene-la-pandemia-en-las-desigualdades-de-genero-y-el-cuidado-en-nuestra-region/

[2] Fuente: https://www.unwomen.org/es/get-involved/beijing-plus-25/about

Top