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Entrevista a José Schulman

jose schulman
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Es escritor y educador popular, pero su pasado como preso político sin dudas motivó a José Schulman para llegar a ser hoy un referente en la lucha  por los Derechos Humanos. En este diálogo analiza el contexto local y regional en torno a temas como el lawfare, la justicia y la libertad. 

Como presidente de la Liga Argentina por los Derechos humanos tuviste una participación fuerte en el cierre del acampe en reclamo por los 2000 días de Milagro Sala presa, por la libertad de los otros 33 presos políticos y por la persecución judicial. ¿Cómo lo viviste? 

Lo viví con bastante alegría. Creo que el acampe fue una gran idea porque colocó en los debates políticos más importantes de la Argentina todas las cuestiones que están vinculadas a Milagro: el Lawfare, los presos políticos, el poder judicial en Jujuy. Durante el cierre, el compañero Coco, que es quien empujó la iniciativa y la sostuvo con un enorme esfuerzo y voluntad hizo una reflexión que me gustó mucho. El les dijo a los periodistas: “Pregunten lo que quieran menos una sola cosa -y prosiguió- `siendo que el presidente y medio gabinete dicen que hay perseguidos políticos, que los organismos de Derechos Humanos, los sindicatos, el Frente de todos en su inmensa mayoría, estamos por la libertad de los presos… No me pregunten por qué siguen presos´. Yo estuve el primer día hablando con todos y aparecía la idea de que el gobierno nacional no podía hacer nada por la libertad de los presos y segundo de que lo mejor que podíamos hacer por ellos era votar. 

En tiempos en que todavía gobernaba Macri, nos plantearon una y otra vez que para liberar a los presos había que esperar a que haya una correlación de fuerza adecuada. Bueno, ya ganaron, ¿Cuándo van a liberarlos? Esa fue básicamente mi intervención en el acto, plantear que para juntar votos no hay que liberar a los presos. Para construir una mayoría capaz de avanzar hacia la recuperación y ampliación de los Derechos, hacia nuestro destino de Patria Grande, lo que hay que hacer es tener firmeza, cumplir las promesas electorales y respetar los acuerdos. Porque no es cierto que no los hubo, nosotros construimos para que se forme el Frente de Todos y siempre estaba muy claro que el planteo era terminar con la subordinación del poder judicial a un proyecto colonial y que eso se expresa en la liberación de los presos. No es un debate abstracto teórico y la persistencia de los presos políticos tampoco es un detalle en el panorama político. 

 

Con el poco tiempo que queda hasta las elecciones de medio término, ¿creés que van a surgir dirigentes que cambien esta situación?  

Yo no veo voluntad en la dirección de la mayoría del Frente de Todos, pero hay un problema que tienen muchos de los compañeros que están en el gobierno, veo cierto voluntarismo sobre la política al aceptar la idea de que uno elige cuál es el problema que puede resolver o cuál quiere resolver, prescindiendo de la realidad. Creo que no importa lo que quiera o no el presidente, me parece que se disparan procesos y nosotros estamos ahora empujando uno.

Para juntar votos no hay que liberar a los presos. Para construir una mayoría capaz de avanzar hacia la recuperación y ampliación de los Derechos, es necesario tener firmeza, cumplir las promesas electorales y respetar los acuerdos.

Desde la Liga van a presentar una querella en la causa que se abrió por el apoyo del gobierno de Mauricio Macri al golpe de Estado contra de Evo Morales en Bolivia. 

Si, nosotros vamos a ir por el principal delito que es el de “Atentar contra la voluntad soberana del pueblo de Bolivia”, además contra el delito de romper el marco jurídico latinoamericano de no intervención de los gobiernos en los asuntos de otro gobierno. No puedo asegurar que a raíz de esto cambiarán las cosas, pero vamos a hacer mucha fuerza para que así sea porque ese mismo tramado que permitió el envío de armas, permitió la detención de los compañeros. Ese entramado se puede romper por cualquier lado, nosotros decidimos hacerlo por el lado de los presos. Si se quiebra esa red de protección en el punto de la causa de Bolivia, es muy posible que podamos avanzar en los otros temas del compromiso de poder judicial con el poder colonial. 

 

Saliendo de nuestras fronteras, ¿Cómo ves la situación de Cuba? Nos llegan imágenes del pueblo expresándose en las calles.

Está empezando la “Era Biden”, quien está practicando un enorme esfuerzo imperial de los Estados Unidos por recuperar un rol mucho más protagónico en todo el mundo, sobre todo en América. La eliminación del presidente de Haití en manos de un comando mercenario y la inmediata asunción de un jefe de gobierno que le pide ayuda a Estados Unidos, entre otras situaciones vividas, nos habla de un incremento enorme de las acciones norteamericanas en la región muy lejos de los que se dicen ser buenos vecinos. 

El nivel de angustia y de necesidades insatisfechas -en suma- ha crecido brutalmente con la pandemia, el bloqueo ha sido más feroz que nunca los problemas de supervivencia son reales y también ha crecido la intervención extranjera. Pero hoy a raíz de este bloqueo, Cuba no puede comprar ni siquiera jeringas para colocar las vacunas que fabrican. Al mismo tiempo, en todos estos años, el gobierno está utilizando las redes, los subsidios de los fondos, generando una cantidad de personas que aceptan el convite. Efectivamente hay problemas serios y hay una parte de la población a la que convencen de que tienen que salir a la calle y protestar en esta situación el coro de los Estados Unidos y sus complacientes. 

 

¿Cómo ves el futuro de la revolución?

Hay que anotar que Cuba tiene 60 años de bloqueo y que la historia universal nos dice que las revoluciones se comen a sus hijos. La cubana se viene sosteniendo y reinventando, pero tampoco hay que dejar de percibir que Fidel Castro murió, que Raúl, su hermano, es un hombre muy mayor que ya no está prácticamente en actividad y que al frente del gobierno se encuentra una generación que todavía se está ganando el respeto de la población. El embajador de Cuba dijo que Fidel nos enseñó que “sin la solidaridad internacional cuba no hubiera durado ni cinco años”. Creo que todos gozamos del prestigio de la isla y es el momento en que todos tenemos que defenderla. La revolución cubana nunca fue sólo de los cubanos y la defensa de la revolución cubana no puede ser hoy sólo de sus habitantes. Salvar Cuba es salvar nuestra posibilidad de seguir pensando en la liberación real. 

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