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ODS 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles

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El buen uso de los recursos tecnológicos y a gran escala por parte de las ciudades puede inclinar la balanza hacia el bienestar de sus habitantes. Ejemplos y buenas prácticas.

El 80% de la población de América Latina y el Caribe vive en ciudades, de las cuales 210 cuentan con una población superior a los 300.000 habitantes, según datos que aporta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esto quiere decir que el 85% de las emisiones de carbono ocurren en estas urbes. La economía global se está urbanizando, y América Latina y el Caribe no es la excepción. Es más, es la región del mundo con mayor proporción de habitantes en megaciudades por país. Según estiman desde el BID, para el año 2030 más de 100 millones de personas vivirán en solo seis metrópolis. “Siendo el principal motor de desarrollo económico y social de la región, las ciudades de América Latina y el Caribe se constituyen cada vez más como áreas metropolitanas que concentran población, servicios e infraestructura, y por ende múltiples desafíos tales como los climáticos y sociales” alertan desde la entidad.  

En este contexto, se inserta el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº11, que apunta a lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. 

Para impulsar el cumplimiento de este ODS -sin dudas- la tecnología es un elemento facilitador imprescindible. A través de las TIC, por ejemplo, se logra una gestión más eficiente, la planificación de los servicios, la integración de la información y la generación de nuevo conocimiento mediante el análisis de datos lo que redundan en mejores servicios, más eficientes y sostenibles.

Experiencias que inspiran

El buen uso de los recursos tecnológicos y a gran escala por parte de las ciudades puede inclinar la balanza hacia el bienestar de sus habitantes y en ese sentido, existen algunos casos para destacar. 

El primero de ellos se da en la cuidad de Manta, Ecuador, donde se decidió implementar un geoportal de información social con el objetivo de conocer la realidad de los ciudadanos, garantizar su calidad de vida y guiar adecuadamente las decisiones políticas a favor de quienes más lo necesitan.  Para ello, se puso en marcha un conjunto de herramientas tecnológicas que permiten recopilar datos clave de la situación de sus habitantes, combinando los resultados en bases de datos disponibles al público, de fácil uso y acceso abierto.

Para la puesta en marcha, se conformó un equipo formado por los responsables municipales, junto con el BID y la empresa Logika Research Cía. Ltda. donde se combinaron esfuerzos para diseñar un sistema de información social a través de una página web. El objetivo específico de este proyecto fue visualizar las condiciones de vida de los ciudadanos, e identificar las zonas con mayor desigualdad social de la ciudad para, posteriormente, realizar un diagnóstico preciso. Los datos obtenidos mediante la herramienta han permitido complementar la información con la que contaba el municipio para fortalecer la construcción de sus indicadores socio-económicos, territoriales y de gestión integral, entre otros.

A través de las TIC se logra la planificación de los servicios, la integración de la información y la generación de nuevo conocimiento mediante el análisis de datos lo que redunda en mejores servicios, más eficientes y sostenibles.

Otra gran iniciativa que conduce a ciudades más sostenibles fue llevada por el BID y se denominó “Laboratorios Urbanos”. ¿De qué se trata? Se crearon con el propósito de inspirar a las ciudades a innovar en la búsqueda de soluciones a problemas complejos. El caso del laboratorio de la Ciudad de México, es un ejemplo de su efectividad. 

En esa urbe,  existen más de 30 mil microbuses informales que trasladan a más de 14 millones de usuarios al día. A pesar de ser la red de transporte concesionado más utilizada, tanto los usuarios como el gobierno no contaban con información de las rutas y los tiempos. Ante este reto, el Laboratorio local realizó un experimento, basado en modelos de iteración, a través del cual diseñó la solución Mapatón, un juego colaborativo, en el que a través de una plataforma digital los ciudadanos mapeaban sus rutas y ganaban puntos al hacerlo. Como resultado el laboratorio construyó un mapa de rutas con más de cuatro mil rutas y más de 10,000 consultas a la información recogida. Así, Mapatón fue el primer ejercicio masivo de recopilación de datos, así como la primera iniciativa de su tipo en usar estrategias de ludificación en México.

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