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¿Hacia la doble materialidad en los reportes de sostenibilidad?

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Para poder tomar decisiones, los inversores necesitan información sobre sostenibilidad de alta calidad, transparente y comparable a nivel mundial. Y a ello, se le suma algo primordial: que sea compatible con los estados financieros.

Este planteo fue uno de los grandes temas que marcó la agenda durante la última COP 26, conferencia anual de la ONU sobre el cambio climático, que tuvo lugar en Glasgow entre el primero y el 12 de noviembre. En ese marco, la Fundación IFRS, dedicada a la elaboración de estándares internacionales de información financiera a través del IASB (Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad), anunció la creación de un Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) para desarrollar “una base global integral de normas de divulgación de sostenibilidad de alta calidad”. 

El análisis de materialidad sirve para identificar y priorizar los problemas más importantes para una organización y sus stakeholders.

ISSB e IASB serán órganos independientes y sus estándares se complementarán entre sí con el objetivo de proporcionar información completa a los inversores y otros proveedores de capital.

Si bien ya desde 2019 se viene hablando de la “Doble materialidad” cuando la Comisión Europea introdujo este concepto para referirse a un proceso de identificación de asuntos relevantes que incluyera tanto la perspectiva del negocio como la de los grupos de interés, lo cierto es que a partir de los anuncios de la COP esto comenzó a tomar mas forma y a convertirse en un posible camino a seguir por parte de la mayoría de las empresas. 

Pero, ¿Qué es la materialidad y por qué importa? 

Al hablar de materialidad se hace referencia al método que sirve para identificar y priorizar los problemas más importantes para una organización y sus stakeholders. En otras palabras, la materialidad se refiere a todo lo que tiene un impacto directo o indirecto para crear, preservar o erosionar el valor económico, ambiental y social dentro de las empresas. Llevar adelante este proceso permite definir si los temas a cubrir en el informe de sostenibilidad lo suficientemente importantes como para influir en las decisiones de las partes interesadas en relación con el negocio y además así se establecen indicadores que ayudan a hacer una correcta medición sobre la gestión y el desempeño en materia de sostenibilidad.

La doble materialidad significa que, las empresas deben considerar los riesgos y oportunidades desde una perspectiva tanto financiera como no financiera

Es imposible no señalar, entonces,  que  el análisis de materialidad forma parte del núcleo de los reportes de sostenibilidad y responsabilidad social de las organizaciones.  

En este marco, la doble materialidad significa que, las empresas deben considerar los riesgos y oportunidades desde una perspectiva tanto financiera como no financiera. A través de esta óptica, la empresa puede contar -y proporcionar- información sobre cómo los problemas de sostenibilidad que influyen en el valor de la empresa  y que afectan puertas adentro (materialidad financiera), así como sobre cómo la empresa impacta en el medio ambiente y la sociedad (materialidad ambiental y social). 

En el primero de los casos, los principales destinatarios de esta información son los inversores, prestamistas u otros acreedores. Mientras que, en el segundo caso, los datos apuntan a ser materia prima para los gobiernos, consumidores, socios comerciales, inversores responsables, empleados, organizaciones de la sociedad civil, comunidades y grupos vulnerables.

Comprender el vínculo entre los impactos internos y externos de un tema es clave para que la empresa esté en condiciones de elaborar un plan de gestión adecuado.

Comprender el vínculo entre los impactos internos y externos de un tema es clave para que la empresa esté en condiciones de elaborar un plan de gestión adecuado, así como a informar sobre estos temas de forma significativa a las diferentes partes interesadas. Si bien actualmente y luego de la COP 26, la doble materialidad se vincula principalmente con los temas ambientales y especialmente con el cambio climático, este enfoque también es aplicable cuestiones como la diversidad, la equidad y la inclusión.

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