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La discapacidad en la hora del balance

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Por: Dr. Pedro Avalos, Abogado especializado en discapacidad y Presidente de la Asociación Civil Frida Kahlo.

Un breve balance de una década marcada por la lucha por la inclusión social. El análisis de su inserción en el mercado laboral y un mensaje que llama a la unidad y a la necesidad de que las personas con discapacidad sean percibidas como actores políticos.

El pasado 27 de septiembre se cumplieron diez años de las Observaciones finales del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad referidas a la Argentina y el 10 de diciembre se cumplió un nuevo aniversario de la asunción de Alberto Fernández a la Presidencia de la Nación. Parece buen momento para hacer un breve balance de algunos puntos de una década de lucha por nuestra inclusión social.

Empleo

Desde 1981 el Estado asumió el compromiso de incorporar un cuatro por ciento de personas en nuestra condición. En el año 2011, las personas con discapacidad supimos cuál era el grado de cumplimiento de ese compromiso: el 0,3 por ciento.

La ex presidenta Cristina Kirchner, nos había dado el arma del siglo XXI: la información se recababa cada seis meses y se publicaba. ¡Y se publica todavía!

Como resultado de nuestra lucha, logramos que Jorge Capitanich, entonces jefe de Gabinete de Ministros, se comprometiera a cumplir el cupo del 4 % de personas con discapacidad en el Estado. Cuando se fue Cristina, en el año 2015, la cantidad de gente con discapacidad en el Estado se había triplicado. Estábamos muy lejos del 4%, pero habíamos hecho un avance importante.

La noche macrista no solo detuvo el avance, sino que se despidieron personas con discapacidad que trabajaban en el Estado. Con el gobierno de Alberto Fernández, la pandemia y el congelamiento de vacantes postergaron el avance en el cumplimiento del cupo, a pesar de haberse aprobado la excepción para la contratación de las personas con discapacidad.

Sin embargo, en concordancia con una política general del Estado Nacional, hubo avances en el pase a planta permanente de quienes, teniendo discapacidad, llevaban largos años como contratados.

No obstante, las declaraciones a la agencia de noticias Telam, el pasado 10 de diciembre, del Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad, Fernando Galarraga, dan la pauta de la estrategia gubernamental para la inclusión laboral: “Ocho de cada diez personas con discapacidad en edad laboral no trabajan, aún si el Estado cumpliese con el cupo laboral del 4% para las personas con discapacidad, eso resolvería la situación para no más de 25.000 personas mientras que son tres millones y medio los ciudadanos y ciudadanas con discapacidad en situación de poder trabajar…”.  ¡Cómo se nota que cobra su salario todos los meses!

Son 3 millones y medio los ciudadanos y ciudadanas con discapacidad en situación de poder trabajar… Pero, ocho de cada diez en edad laboral no trabajan. 

Espacios reservados para pequeños comercios

Con Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el campo de nuestros derechos se enfrenta a sus negocios. Fuimos al teatro San Martín a pedir que cumplan la ley 24.308 sobre espacios para pequeños comercios reservados para personas con discapacidad. Queríamos un kiosco inclusivo en ese teatro. Allí hay un buffet. Un kiosco atendido por una persona con discapacidad arruina negocios.

Nos encadenamos durante 24 horas a la intemperie frente a ese lugar. Fue la noche más fría del año. ¡No lo logramos, pero volveremos!

Los negocios inmobiliarios de Rodríguez Larreta

Otro tanto pasó con nuestros reclamos sobre las modificaciones al código de edificación que aprobó la legislatura porteña. Los microdepartamentos cuya construcción se aprobó, serán tan pequeños que no permitirán que entren personas con sillas de ruedas.

Los tiempos cambian y hoy Rodríguez Larreta puede abusar de la mayoría automática conseguida en la Legislatura. No siempre fue así. Hace diez años, en 2012, Banchero inauguró una sucursal en Corrientes y Montevideo.

El local tenía baño en planta baja. No era apto para la discapacidad, pero era un baño en planta baja. Cuando remodelaron el local, decidieron poner allí los hornos pizeros y llevar los baños al primer piso. Fuimos una y otra vez a llevar nuestro reclamo a los propietarios para que cumplieran con la ley, porque el Gobierno de la Ciudad miraba para otro lado.

Finalmente cedieron. Hoy, el Banchero de Corrientes y Montevideo tiene un baño para discapacidad, habilitado en la planta baja.

Si el Estado cumpliese con el cupo laboral del 4% para las personas con discapacidad, resolvería la situación para 25.000 personas. 

¿Qué hacer? 

Para lograrlo seguramente debemos cambiar muchas cosas. Hoy solamente quiero dejar planteadas dos de ellas.

En primer lugar, la necesidad de la unidad. Si cada uno de nosotras y nosotros tira para su lado, podremos lograr muy poco. 

  • Si quien lucha por la accesibilidad urbana se desentiende de quién cobra una magra pensión… 
  • Si quien no tiene ninguna posibilidad de trabajar, siente que no nos ocupamos de su problema cuando pedimos el cupo del 4% o los kioscos inclusivos… 
  • Si nos siguen separando las diferencias menores y olvidamos los grandes desafíos para la discapacidad, el camino será más largo, y más doloroso el transitarlo en soledad.

En segundo lugar, la necesidad de que nos percibamos y nos perciban como actores políticos. Si logramos convencer a quienes ejercen el poder:

  • que somos 5 millones de personas con discapacidad,
  • que votamos, 
  • que seguimos al detalle cada cosa que hacen …

Si lo logramos, otro será el lugar de la discapacidad en la agenda política. Si cada uno de nosotros está convencido de esto y tiene un amigo radical, socialista, peronista o de cualquier otro partido, tratará que nuestra temática se incluya en la plataforma partidaria.

Pero no somos ingenuos: sabemos que el destino de las promesas electorales es el olvido. Es por eso que invitamos, a que cada uno de nosotros y nosotras, a que saque de la mochila el bastón del mariscal y se sume a la tarea de construir una fuerza política que sea la expresión de los intereses de todos, pero que se construya a partir de nuestra propia participación.

La noche macrista no solo detuvo el avance, sino que se despidieron personas con discapacidad que trabajaban en el Estado

Y como se trata de pasar de las palabras a los hechos, en Agrelo 3.043 de la Ciudad de Buenos Aires, hemos conformado la Asociación Civil Frida Kahlo. Entre los objetivos de la asociación, está el de propiciar la participación ciudadana y la organización social. Porque la participación es el único camino que nos permitirá llegar a una sociedad más justa.

Pero, como decía un viejo amigo que ya no está, “solo la organización vence al tiempo“. Y con esos dos ingredientes, la participación y la organización, pretendemos contribuir, desde el barrio de Balvanera, a forjar un destino más justo para la Ciudad de Buenos Aires.

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