Rosario Vera Peñaloza, conocida como la Maestra de la Patria, dejó un legado imborrable en la historia educativa argentina. Nacida en Atiles, provincia de La Rioja, en 1873, su influencia trascendió las aulas para convertirse en un paradigma de la docencia en el país. Desde su temprana carrera, abarcó todos los estamentos del rol educativo y demostró su compromiso con la educación abarcando desde la enseñanza a alumnos hasta la fundación de instituciones educativas y la capacitación de docentes en todo el país.
Descendiente de familias tradicionales del mundo político y militar de la sociedad riojana, no tuvo una infancia fácil. Se crió como la menor de cuatro hijas y no llegó a conocer a su único hermano varón quien falleció a poco de haber nacido. Quedó huérfana de padre a los 10 años, y de su madre poco después.
Pionera de la educación inicial: Fundó el primer jardín de infantes en Argentina en 1898, sentando las bases para la educación inicial en el país.
Luego de una estancia en la ciudad de San Juan, donde residió en la vivienda de sus parientes próximos, en 1884, regresó a su provincia donde luego ingresó a la Escuela Normal de La Rioja, que habían fundado ese año Annette Haven y Bernice Avery, dos de las maestras estadounidenses traídas por Sarmiento. Allí realizó los estudios secundarios y cursó la carrera de magisterio, por lo que recibió el titulo de Maestra Normal.
Durante su desarrollo profesional tuvo un destacado papel en la promoción de la educación inicial, ya que -entre otras cosas- propugnó la importancia del juego y la exploración en el proceso educativo, así como la agudización de los sentidos y la expresión oral a través de la narración creativa y la literatura infantil. Su visión pedagógica consideraba a la infancia como el momento fundamental para la formación integral de los individuos.
Líder pedagógica y formadora: Ocupó diversos roles educativos influenciando generaciones de docentes.
Uno de sus hitos más significativos fue la fundación, en 1898, del primer jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, dando inicio a una serie de iniciativas similares en diferentes ciudades del país. Además, ocupó cargos directivos en destacadas instituciones educativas, como la Escuela Provincial “Juan Bautista Alberdi” en Córdoba y la Escuela Normal Nº 1 de Buenos Aires.
Su legado se extiende más allá de su labor como docente, ya que en 1931 fundó el Museo Argentino en el Instituto Félix F. Bernasconi, dedicado a promover la enseñanza basada en la geografía como eje central. A través de este proyecto, buscó rescatar y valorar las expresiones regionales y locales de la cultura, contribuyendo así a la diversidad y riqueza del patrimonio educativo argentino.
Promotora del patrimonio cultural: Creó el Museo Argentino fomentando la integración de la geografía y la historia en la educación y el respeto por el patrimonio cultural argentino.
Rosario Vera Peñaloza falleció el 28 de mayo de 1950, pero su memoria perdura en el “Día Nacional de los Jardines de Infantes” y el “Día de la Maestra Jardinera” en Argentina. Su vida y obra continúan inspirando a generaciones de educadores, recordándonos el valor de la dedicación y el compromiso con la formación de las futuras generaciones.
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