Por: Vanesa Carla Ben, Lic. En Psicología, Diplomada en Psicología Ambiental y Desarrollo Sostenible.
Frente a una crisis ambiental global, la autora nos invita a repensar el Efecto Mariposa y a reconsiderar nuestra relación con la naturaleza. Este concepto revela cómo pequeños cambios pueden tener consecuencias significativas en sistemas complejos como el clima, la economía y la sociedad, instándonos a reflexionar sobre la interconexión de nuestras acciones y el impacto que pueden generar en el planeta.
En un reciente artículo que publiqué en la Revista Mestiza quise compartir el concepto de “Principio de Incertidumbre” como una foto de la actualidad. En respuesta de lo planteado, he buscado cómo podemos responder a este principio y buscando la manera más respetuosa de abordar, me reencontré con este concepto: el “Efecto Mariposa”. Por eso, los y las invito a repensarnos a través este concepto -fundamental y fascinante de la Teoría del Caos y los Sistemas Dinámicos no lineales- y sus aplicaciones al mundo singular y colectivo.
Edward Lorenz, meteorólogo, autor de la “Teoría del Caos”, intenta dar cuenta de que las variaciones del clima que no pueden concebirse por sí solas, y que pueden ser explicadas como la suma de pequeños cambios progresivos, con el transcurrir del tiempo, pueden producir cambios significativos. Lorenz publicó las conclusiones de su descubrimiento en el Journal of the Atmospheric Sciences bajo el título «Flujo determinista no periódico» en 1963.
Este concepto considera que ciertos sistemas (por ejemplo, el planeta tierra) que son muy sensibles a pequeños cambios o variaciones, dichos cambios pueden modificar por completo su naturaleza. En otras palabras, pequeñas variaciones iniciales pueden generar enormes cambios con el tiempo.
El Efecto Mariposa afirma que existe una conexión, un “hilo invisible en el universo” que une todas nuestras decisiones y las convierte en repercusiones, como un efecto dominó o en cadena.
La teoría del caos también pretende dar una explicación al universo (un sistema caótico flexible) que es impredecible. Si damos por hecho que el universo se rige por el caos, podemos comprender que su comportamiento es impredecible y puede variar con actos mínimos, como por ejemplo, nuestras propias decisiones.
“La naturaleza está llena de sistemas caóticos, como por ejemplo el clima. Algunos otros sistemas caóticos son las poblaciones animales, las epidemias o el mercado de valores (Econofísica). Estos sistemas se denominan ‘no lineales’, lo que significa que siguen relaciones que no son estrictamente proporcionales“, asegura el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC) en su página web.
La teoría del caos explica sistemas como la atmósfera o las condiciones climatológicas que impiden realizar pronósticos del tiempo fiables más allá de tres días y es particularmente útil para abordar el estudio de los fenómenos sociales, difíciles de resolver en términos de relaciones lineales causa-efecto.
El Efecto Mariposa afirma que existe una conexión, un “hilo invisible en el universo” que une todas nuestras decisiones y las convierte en repercusiones, como un efecto dominó o en cadena. Este concepto, ofrece una perspectiva fascinante y poderosa para comprender el cambio y la transformación a nivel individual y colectivo. Reconocer la naturaleza interconectada y sensible de los sistemas, nos permite aprovechar este término para impulsar el crecimiento personal, la innovación organizacional y el progreso social.
Estos sistemas caóticos, ofrecen la oportunidad de liberar el potencial transformador que reside en las acciones y pasos pequeños. Se refiere a la idea de que pequeños cambios en un sistema, pueden desencadenar grandes y sorprendentes consecuencias. Debido a la naturaleza inherente imprevisible en los sistemas caóticos, donde pequeñas variaciones en las condiciones iniciales pueden amplificarse a lo largo del tiempo, llevando a resultados completamente inesperados.
Reconocer la naturaleza interconectada y sensible de los sistemas, nos permite aprovechar este término para impulsar el crecimiento personal, la innovación organizacional y el progreso social.
La Teoría del Caos estudia los sistemas dinámicos no lineales, que se caracterizan por su sensibilidad a las condiciones iniciales y su comportamiento aparentemente aleatorio. Estos sistemas, al igual que el clima, los mercados financieros y los sistemas biológicos exhiben patrones complejos a menudo imprevisibles. Por ello, desafía nuestra noción de control, seguridad y predictibilidad y nos obliga a repensar la forma entendernos y abordar los cambios.
Además, este concepto tiene importantes implicaciones en la psicología, como también en nuestra relación con la naturaleza. En el plano individual, el Efecto Mariposa nos recuerda que pequeños pasos y decisiones pueden tener un impacto significativo en nuestras vidas. Un cambio en apariencia insignificante, puede ser un desencadenante de transformaciones en nuestra manera de sentir, pensar y actuar. Este término ha sido explorado en la psicología, en el ámbito de la gestión del cambio y el desarrollo personal y prácticas de psicología positiva, terapia cognitiva-conductual y mindfulness en donde pequeños ajustes en el sistema de pensamientos, emociones y comportamientos pueden generar cambios profundos.
En el plano colectivo, sus implicaciones también están vinculadas a la gestión del cambio y transformación social, donde pequeñas acciones pueden desencadenar grandes cambios en sistemas complejos, como organizaciones, comunidades o sociedades, donde el rol de los agentes de cambio es clave. La psicología organizacional y la Teoría del Cambio se vinculan a este concepto clave para comprender y facilitar los proceso de transformación en contextos grupales y sociales. El pensamiento sistémico es una estrategia de diseño de intervención que pequeña escala y el fomento de la resiliencia pueden potenciar la dinámica del Efecto Mariposa para lograr cambios significativos y sostenibles.
El Efecto Mariposa ofrece una perspectiva fascinante y poderosa para comprender el cambio y la transformación a nivel individual y colectivo.
El Efecto Mariposa, nos dice que: “TODOS nuestros actos tienen CONSECUENCIAS”. Por lo tanto, es fundamental ser conscientes de ellos.
Lo otro que nos dice es: “APRENDER a GESTIONARNOS”, y que las acciones poseen poder de cambio. Ya aun las pequeñas acciones, pueden originar grandes efectos.
Hoy existe una crisis humanitaria que presenta desafíos ambientales vinculados a los efectos del cambio climático, a la pérdida de naturaleza y de biodiversidad. Esto se traduce en la degradación de los sistemas que sostienen la vida en nuestro planeta. Todos los ecosistemas, están siendo gravemente degradados por la acción humana. Cada año se rompen récords de temperaturas, incendios, sequias e inundaciones, como si estuviéremos asistiendo a nuestra propia extinción como especie.
Una cosmovisión que dominó -y domina- el mundo el antropocentrismo en la ubica al ser humano como ser supremo, como si la existencia de la vida dependiera de arte humano. En esta cosmovisión los bienes de la naturaleza son de uso preferencial de la humanidad, una mercancía que puede apropiarse bajo un modelo que explota personas y al planeta.
Ante ello, se requiere el Efecto Mariposa, una llama consciente que dé una respuesta regenerativa y basada en las soluciones que existen en la naturaleza. De esta manera, se pone en el centro de la escena a los soportes vitales que sostienen la vida en nuestro planeta y la humanidad.
“El aleteo de las alas de una mariposa se
puede sentir al otro lado del mundo”.
Proverbio chino
La naturaleza, no necesita del ser humano para existir. Pero la humanidad, sí requiere de ella. Esa relación de dependencia es de nosotros hacia ella, y no viceversa. Algunas voces ubican a la explotación natural como el salvataje ante la crisis económica. Es decir, que la naturaleza debería estar sometida a una relación de servidumbre, como “amo-esclavo” y servidumbre al ser humano.
En relación a esto, creo que es válido preguntarse: ¿qué hacemos con la concentración de la riqueza y la desigualdad de acceso a ella? Y por otro lado: ¿cuál es la riqueza o prosperidad económica en un suelo infértil, en una zona desértica o inundable, en un océano sin peces, en bosques sin biodiversidad, en aire y ríos contaminados? ¿acaso la sobreexplotación de las personas y todos los recursos que dan soportes de la vida, no son una sentencia de muerte a la humanidad y otras formas de vida?
Roberto Darío Vera
agosto 13, 2024 - 2:59 pmExcelente artículo Vane. Una mirada integral comunitaria y de nuestras responsabilidad ante la naturaleza. Me gustó mucho la idea y que se reflote la toma de conciencia de este punto.
Mariela
agosto 12, 2024 - 6:49 pmEs fascinante cómo has logrado entrelazar la complejidad del “Efecto Mariposa” con los desafíos globales actuales de una manera tan accesible y profunda. Tu análisis no solo ilumina la importancia de las pequeñas acciones en la dinámica de los sistemas complejos, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro rol en la preservación del planeta. La claridad con la que expones conceptos tan intrincados y su aplicación en contextos individuales y colectivos es admirable. Felicidades por un artículo tan inspirador y necesario en estos tiempos de cambio.