Los conflictos violentos que se dan en diversas regiones del mundo, agravan la pobreza y limitan el futuro de millones de personas que viven allí. Un nuevo informe del PNUD y OPHI concluye que la tasa de pobreza multidimensional en los países afectados por esta problemática es tres veces mayor que en aquellos que no los sufren.
El vínculo entre los conflictos violentos y la pobreza, es ineludible. Esta relación no solo dificulta satisfacer las necesidades humanas más básicas en muchas partes del mundo, sino que también limita las perspectivas de futuro para las poblaciones afectadas, especialmente niños y jóvenes. Y no es un dato menor si se considera que en 2023 hubo más conflictos en curso que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Según datos del PNUD, el número de personas obligadas a huir de sus hogares por este motivo u otros tales como desastres alcanzó un máximo histórico de 117 millones. Se registraron más víctimas civiles en conflictos violentos en 2022 que en cualquier otro momento desde 2010. Los años 2021, 2022 y 2023 registraron un número de muertes relacionadas con conflictos armados mayor que cualquier otro año desde la Guerra Fría, sumando un total de más de 700,000 muertes a nivel mundial.
Esta radiografía de la situación actual queda plasmada en la última actualización del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) 2024. El documento publicado de manera conjunta por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI), un centro de investigación con sede en la Universidad de Oxford, superpone datos de conflictos violentos con datos de pobreza multidimensional para comprender mejor sus interrelaciones entre países y a lo largo del tiempo.
El informe, ofrece los últimos datos estadísticos de una investigación sobre la pobreza multidimensional que abarca 112 países y 6.300 millones de personas, así como un análisis minucioso de la relación entre los conflictos y la pobreza, incluyendo datos de nuevas encuestas para 20 países. La edición de 2024, señala que en el mundo hay 1.100 millones de personas que viven en la pobreza extrema, de las cuales el 40 % vive en países en situación de guerra, fragilidad y/o con escasa paz, según al menos uno de los tres conjuntos de datos más utilizados para medir situaciones de conflicto. Así, 455 millones de personas pobres en el mundo viven en países expuestos a conflictos, lo que dificulta e incluso revierte los avances conseguidos en la reducción de la pobreza.
1.100 millones de personas viven en situación de pobreza multidimensional y, de estas, casi 500 millones se encuentran en contextos de conflicto.
“Los conflictos se han intensificado y multiplicado en los últimos años, alcanzando nuevos récords en víctimas, desplazando a millones de personas y causando una gran interrupción en sus vidas y medios de subsistencia”, afirmó Achim Steiner, Administrador del PNUD. “Debemos acelerar nuestras acciones para apoyarlos. Necesitamos recursos y acceso a intervenciones especializadas en desarrollo y recuperación temprana para romper el ciclo de la pobreza y las crisis”, añade.
Indicadores de pobreza multidimensional
La pobreza multidimensional mide las carencias que afectan la vida digna de las personas, más allá de sus ingresos. Evalúa si tienen acceso a servicios y condiciones básicas, como salud, educación, vivienda adecuada, y servicios esenciales como saneamiento, electricidad y combustible para cocinar. Esta medición considera múltiples factores que impactan la calidad de vida, mostrando no solo cuántas personas viven en pobreza, sino también las privaciones específicas que enfrentan. Así, ofrece una visión completa de la realidad de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Los países en guerra presentan mayores carencias en los diez indicadores de pobreza multidimensional, lo que pone de relieve el impacto devastador de los conflictos en las poblaciones más vulnerables del mundo. Por ejemplo, en los países afectados por conflictos, más de una de cada cuatro personas pobres no tiene acceso a electricidad, en comparación con poco más de una de cada veinte en las regiones más estables. Se observan disparidades similares en áreas como la educación infantil (17,7 % frente al 4,4 %), la nutrición (20,8 % frente a 7,2 %) y la mortalidad infantil (8 % frente al 1,1 %). El análisis concluye que las carencias son especialmente agudas en nutrición, acceso a electricidad, y acceso al agua y al saneamiento para las personas pobres en escenarios de conflicto, si las comparamos con las carencias de las personas pobres en situaciones de menor conflicto.
455 millones de personas pobres en el mundo viven en países expuestos a conflictos, lo que dificulta e incluso revierte los avances conseguidos en la reducción de la pobreza.
Sabina Alkire, directora de OPHI, explicó: “Este informe proporciona el primer análisis mundial medido a esta escala donde se examina cómo se ven afectadas las personas pobres multidimensionalmente en situaciones de conflicto. Por lo tanto, la pobreza no es su única preocupación”. Según el Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala, en los países en guerra, más de una de cada tres personas viven en situación de pobreza (34,8 %), comparado con una de cada nueve (10,9 %) en los países sin conflictos. Lamentablemente -agregan- lleva más tiempo reducir la pobreza en estos contextos, por lo que las personas pobres en estos escenarios se están quedando atrás. “Estas cifras exigen una respuesta: no podemos acabar con la pobreza sin invertir en la paz”, afirman en el documento.
Los conflictos se han intensificado en los últimos años, alcanzando nuevos récords en víctimas, desplazando a millones de personas y causando una interrupción en sus vidas.
Otras señales de alerta
Además de los análisis en profundidad de la pobreza en situaciones de conflicto, el último informe del IPM ofrece información que permite apreciar con mayor detalle las experiencias vividas por las personas pobres y las tendencias en materia de reducción de la pobreza en el mundo. El primer dato relevante indica que más de la mitad de los 1.100 millones de personas pobres son niños menores de 18 años (584 millones). A nivel mundial, el 27,9 % de los niños vive en la pobreza, comparado con el 13,5 % de los adultos. Más de la mitad esas personas pobres viven con una persona desnutrida en su hogar (637 millones) y una gran proporción de ellos, carece de servicios sanitarios adecuados (828 millones), vivienda (886 millones) o combustible para cocinar (998 millones). Y por último, haciendo eco de las conclusiones relevadas a lo largo del documento, indican que “De los 86 países con datos armonizados, 76 redujeron significativamente la pobreza, según el valor del IPM, en al menos un período de tiempo.
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