A pesar de avances, América Latina y el Caribe están rezagadas en el cumplimiento de los ODS, según un nuevo informe de CEPAL. El documento destaca la necesidad de acelerar para lograr un desarrollo sostenible, ante un progreso que no cumple las expectativas.
Pese a algunos avances, América Latina y el Caribe sólo cumplirá un 23% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, destaca un nuevo informe de la Comisión Económica para la región (CEPAL).
El documento titulado: “América Latina y el Caribe y la Agenda 2030 a cinco años de la meta: ¿Cómo gestionar las transformaciones para acelerar el progreso? Octavo informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, fue presentado durante la inauguración de los Diálogos de acción regional que se realizan en el marco de la octava reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, celebrado en Santiago de Chile desde el 31 de marzo al 4 de abril.
Otros datos actualizados que ofrece la CEPAL en el informe, indican que un 41% de las metas planteadas dentro de los ODS va en la dirección correcta, pero a un ritmo de avance insuficiente para llegar al umbral establecido, mientras que la trayectoria de cumplimiento de un 36% de las metas restantes está estancada o en retroceso respecto de 2015. El grado de avance es también desigual entre subregiones: la mayor cantidad de metas con pronóstico de cumplimiento se registra en América del Sur (23%) y Centroamérica y México (24%), 10 puntos porcentuales más que el Caribe (13%).
No es lo que se esperaba
“En 2025, diez años después de la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y a cinco años del vencimiento del plazo para el cumplimiento de los ODS, el avance en la consecución de los Objetivos en la región no es el que se esperaba”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL durante el evento.
El informe detalla que los ODS relacionados con la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades, la construcción de ciudades sostenibles, la acción contra el cambio climático, y la promoción de la paz y la justicia se encuentran más atrasados.
Un 41% de las metas de los ODS va en la dirección correcta, pero a un ritmo de avance insuficiente para llegar al umbral establecido
En contraste, los objetivos de salud y bienestar, energía asequible y no contaminante, industria, innovación e infraestructura, producción y consumo responsable, vida de ecosistemas terrestres, y alianzas para lograr los objetivos muestran un desempeño más favorable.
El texto especifica también que el avance es desigual entre subregiones, con México y Centroamérica encaminándose a lograr un 24% de las metas y Sudamérica un 23%, mientras que el Caribe llegaría apenas a un 13%.
Entre los factores que han frenado el progreso de la región se mencionan capacidades institucionales débiles, falta de priorización de algunos objetivos en los planes nacionales de desarrollo, y financiamiento y espacio fiscal limitados, principalmente por el peso de la deuda.
“Las capacidades institucionales débiles son un obstáculo para la implementación de políticas públicas efectivas y para gestionar las transformaciones necesarias en lo económico, lo productivo, lo social y lo ambiental. Existe una tendencia descendente en las capacidades estatales y la gobernanza en la región, con deterioro en indicadores clave como la eficacia gubernamental, la calidad regulatoria y el control de la corrupción”, dijo el secretario ejecutivo de la CEPAL al presentar el estudio.
Las capacidades institucionales débiles son un obstáculo para la implementación de políticas públicas efectivas y para gestionar las transformaciones necesarias en lo económico, lo productivo, lo social y lo ambiental.
Por otro lado, el informe menciona al crecimiento “relativamente lento de la economía y del comercio mundiales a partir de 2014-2015” lo que tampoco ofreció el mejor ambiente macroeconómico para impulsar una mayor velocidad de avance. “La pandemia de COVID-19 y las crisis en cascada que le siguieron desaceleraron el progreso y profundizaron las desigualdades estructurales. Si bien después de la pandemia se ha observado una recuperación, solo ha alcanzado para retornar a los niveles previos en la mayoría de los casos”, detalla el documento.
A pesar del rezago, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL enfatizó que existe margen de acción para dinamizar el cumplimiento de las metas, con el fortalecimiento de las capacidades TOPP de las instituciones (técnicas, operativas, políticas, prospectivas). “Las capacidades institucionales débiles son un obstáculo para la implementación de políticas públicas efectivas y para gestionar las transformaciones necesarias en lo económico, lo productivo, lo social y lo ambiental. Existe una tendencia descendente en las capacidades estatales y la gobernanza en la región, con deterioro en indicadores clave como la eficacia gubernamental, la calidad regulatoria y el control de la corrupción. Es necesario insistir en que los espacios de diálogo social con el sector privado y la sociedad civil, y el rendimiento de cuentas, son componentes clave de una buena gobernanza”, dijo. Para facilitar esta conversación sobre cómo acelerar el paso, este año el informe incluye un marco conceptual de análisis sobre la pregunta de cómo gestionar mejor y más eficientemente las transformaciones necesarias.
Salazar-Xirinachs se refirió también al contexto económico y geopolítico mundial actual y al valor del multilateralismo para navegar el incierto escenario internacional. “El mundo está bajo un choque geopolítico, un período de bajo crecimiento de las economías y del comercio, el resurgimiento de tendencias proteccionistas y el riesgo de guerras comerciales; una revolución tecnológica acelerada y retos en materia de sostenibilidad ambiental y cambio climático.
La colaboración entre gobiernos, sector privado, academia y sociedad civil es esencial para crear soluciones innovadoras y adaptadas a las necesidades locales.
Soluciones innovadoras
La colaboración entre gobiernos, sector privado, academia y sociedad civil es esencial para crear soluciones innovadoras y adaptadas a las necesidades locales.
Si bien los desafíos son considerables, América Latina y el Caribe cuenta con el potencial y los recursos para avanzar hacia un futuro más justo, equitativo y sostenible, pero es imperativo que redoble los esfuerzos para llevar a cabo las transformaciones necesarias con un enfoque económico, social y ambiental del desarrollo sostenible, concluye es informe de la CEPAL.
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Grandes oportunidades ante grandes desafíos
El octavo informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones unidas, incluye un apartado sobre las oportunidades que vienen aparejadas a los grandes desafíos del contexto actual. En ese marco, la sostenibilidad ambiental desempeña un papel importante en las esferas de la competitividad, las políticas de desarrollo productivo, la adopción de nuevas tecnologías, la innovación, las decisiones de mercado y las opciones de política relativas a las estrategias de desarrollo.
“La transición hacia economías más sostenibles y bajas en carbono exige una transformación productiva y estructural de un alcance y una velocidad sin precedentes” remarcan. Según explican esta transformación implica, entre otras cuestiones, apostar por sectores dinámicos, como la transición energética y la movilidad sostenible, la bioeconomía, la economía circular, el turismo sostenible o la gestión hídrica, que generen un gran impulso para la sostenibilidad.
A fin de aprovechar las oportunidades mencionadas y enfrentar los desafíos expuestos, desde ONU llaman a “adoptar un nuevo modelo de gobernanza anticipatoria para el desarrollo sostenible, más transparente, democrático, operacional -centrado en el “cómo”- y efectivo, que concilie el desarrollo socioeconómico de los países con la salud ambiental y facilite una transición climática justa”.
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