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Reconstruir mejor

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La COVID-19 está teniendo un efecto devastador sobre las vidas y el sustento de la población mundial, pero además, puso de manifiesto algunas crudas realidades previas. El informe de Forética señala los factores que contribuyeron a agravar la crisis sanitaria y económica resultante.

El 2020 comenzó con un suceso que, a la fecha, representa la peor crisis de salud pública y -sin duda- la recesión económica más profunda de la era moderna. La pandemia por la COVID-19 desencadenó una gran conmoción y aceleró muchas de las macrotendencias a nivel social y económico que los especialistas que ya tenían en el radar, pero no imaginaron que podían llegar a estas magnitudes en tan corto lapso de tiempo.

En este nuevo contexto Forética, en colaboración con el WBCSD y su red de socios en España, pusieron en marcha una alianza empresarial con el objetivo de analizar el impacto de la pandemia desde el ámbito de la sostenibilidad y con foco en la visión ESG (ambiental, social y de buen gobierno). Desde allí, según anunciaron desde la entidad española, tratarán de asegurar que las lecciones aprendidas por esta situación, apoyen la planificación de la continuidad del negocio y de la anticipación de riesgos y evaluación de escenarios de crisis futuras frente a las disrupciones y vulnerabilidades que se enfrenten.

Según ya advierten desde Forética, “la forma en que reaccionemos a esta situación determinará, ciertamente, el devenir de la próxima década”. Conscientes de esta realidad, presentaron el informe titulado “El futuro de la sostenibilidad en las empresas Resiliencia y ‘nueva normalidad’ Post COVID-19″, donde señalan -entre otras cosas- las vulnerabilidades que está sacando a la luz la COVID-19; las diversas formas en la que sus efectos serán visibles a lo largo de esta década.

¿La misma visión empresarial para el 2050?

En 2010, el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) publicó Visión 2050, un documento de referencia en el que se presentaba una hoja de ruta para conseguir un mundo en 2050 en el que 9.000 millones de personas pudieran vivir dignamente dentro de los confines del planeta. Sin embargo, nueve años después, en 2019, los resultados alcanzados no eran como se habían planeado. No se observaban grandes avances en la consecución de los objetivos, por lo que el WBCSD decidió revisar este documento y aprovechar la ocasión para armonizar la hoja de ruta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de este modo adaptarla para reflejar algunos de los grandes cambios experimentados y reformular las prioridades en lo que se refiere a actuaciones críticas que las empresas podrían promover durante lo que la ONU denominaría la “Decade of Delivery” (“Década de la consecución”). Nuevamente, los planes no dieron los frutos previstos y para empeorar aun más la situación, en 2020 irrumpió la pandemia de la COVID-19.

Desde que comenzó, la COVID-19 está teniendo un efecto devastador sobre las vidas y el sustento de la población mundial. Las graves consecuencias de esta pandemia, están dejando -simultáneamente- al descubierto algunas crudas realidades sobre el alcance de los riesgos sistémicos a los que nos enfrentamos y la escasa resiliencia de los actuales modelos operativos. El informe de Forética señala cinco factores que han contribuido a agravar tanto la crisis sanitaria como la crisis económica resultante.

El primero de ellos es la “Dependencia de crecimiento económico”. Para desarrollar este punto, explican que la pandemia –y la respuesta que le han dado los gobiernos– ha provocado una caída drástica y sostenida de la demanda y la producción internacionales. “Las administraciones se encuentran, por tanto, entre la espada y la pared” reza el informe. “En todo el mundo, millones de empresas y miles de millones de salarios que constituyen el sustento económico de la población se están viendo perjudicados o se encuentran en peligro debido a esta situación. Las administraciones se están apresurando a proporcionar ayudas provisionales al gran número de empresas y hogares que carecen de un colchón financiero. Sin embargo, tal como señala el economista  de la Universidad de Berkeley Pierre-Olivier Gourinchas: El aplanamiento de la curva
de contagios acentuará inevitablemente la curva de la recesión macroeconómica” expresan. De este modo, “los gobiernos no darán con ninguna fórmula responsable para estimular la demanda de consumo –y por tanto el crecimiento económico– hasta que se haya superado la crisis sanitaria” concluyen.

El segundo factor, hace referencia a los altos niveles de desigualdad dentro y entre los países. “La forma en que están experimentando esta pandemia los diferentes segmentos de la población viene determinada, en parte, por su nivel de ingresos y riqueza. Quienes más tienen cuentan con un abultado colchón financiero y acceso a una atención sanitaria de gran calidad; quienes menos tienen, carecen de todo eso” expresan.

Como tercer punto destacado, el documento menciona la debilidad de las normas y las instituciones de coordinación y colaboración, demostrando de este modo, el grave deterioro que se viene experimentando en los últimos años.

El déficit de inversión en sistemas sanitarios, investigación científica y preparación, es un aspecto que también ha contribuído a agravar la crisis sanitaria y económica que estamos transitando. Al respecto señalan diversos estudios y declaraciones de especialistas que dan cuenta de las alertas que se deberían haber tenido en cuenta para estar mejor preparados para afrontar la crisis tal cual la conocemos hoy. “Pese a su previsibilidad, la COVID-19 ha dejado rápidamente a los sistemas sanitarios de algunos de los países más ricos del mundo al límite de su capacidad, lo cual demuestra lo lejos que estamos de la sanidad universal tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo” mencionan y concluyen de manera contundente: “Esta situación ha revelado una falta de preparación sobre la que los expertos llevan años alertando”.

Llegando al final de la lista de factores identificados por Forética, señalan la excesiva atención de las empresas a la eficiencia y el valor a corto plazo. Con esto se refieren al “interés excesivo en la maximización del valor económico a corto plazo y una acumulación exagerada de deuda empresarial causada por el mantenimiento de tipos de interés bajos” los que -según indican- han dejado a muchas empresas en una mala posición para hacer frente a una crisis económica como la provocada por la COVID-19.

Como conclusión, los especialistas remarcan como primer punto, que las consecuencias de esta pandemia se dejarán sentir durante años o décadas en lugar de semanas o meses. Señalan asímismo, de manera positiva la rapidez y contundencia con la que administraciones, empresas y sociedad pueden actuar cuando se percibe que existe una emergencia real, pero a la vez advierten que esta misma actitud, se debería adoptar para lo que atañe a desafíos como el cambio climático, la biodiversidad y la desigualdad.

Como cierre del documento, ensayan una mirada positiva como resultado de esta crisis sin presedentes. “Los cambios casi siempre llegan tras una crisis, y precisamente el cambio es el motor de todo progreso humano. Dependerá de todos y cada uno de nosotros que la recuperación promueva una mayor resiliencia económica, social y ambiental” expresan.

Reconstruir mejor

Habida cuenta de la ampliación del papel que inevitablemente desempeñarán las administraciones en la economía que suceda a la COVID, desde Forética indican que también resultará esencial disponer de nuevos modelos de asociación y colaboración entre estas, las empresas y las entidades financieras. “Tras la crisis, las empresas con visión de futuro participarán en la promoción de reformas y políticas encaminadas a garantizar que la recuperación económica se produzca de acuerdo con los ODS, el Acuerdo de París y la Visión 2050 del WBCSD” aclaran.

En este marco, las compañias “pueden contribuir al objetivo de `Reconstruir mejor´ fijando metas en materia de clima y biodiversidad elegidas sobre una base científica y colaborando después con otros socios de sus cadenas de valor para alcanzarlas” proponen.

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