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Contratá trans

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Desde la Asociación Civil Impacto Digital llevan adelante el programa Contratá Trans para mejorar las oportunidades de inserción socio laboral de las personas de ese colectivo. Un recorrido por las principales barreras y un análisis del reciente Decreto presidencial que establece un cupo trans en el sector público.

“¿Para que voy a estudiar si nadie me va a dar un trabajo?” Esa pregunta expresa la realidad de muchas de las personas trans de nuestro país y pone en palabras un escenario con profundas desigualdades en las oportunidades en general y en lo laboral en particular, marcadas por un simple factor: su identidad sexual.

Con el objetivo de desarrollar redes y herramientas para mejorar las oportunidades de ingreso al mercado de trabajo de las personas transgénero, la Asociación Civil Impacto Digital, creó el proyecto Contratá Trans. Maryane Lettieri, vocera y una de las líderes del proyecto, explicó que la tarea de la organización es promover y acompañar la inclusión de personas trans en empresas y organismos públicos. “Acompañamos a las personas y las empresas durante todo el proceso. Antes, sensibilizando, informando y preparando el terreno para las entrevistas; durante, acercando el perfil que la empresa necesita mediante una bolsa de trabajo creada para tal fin; después, monitoreando y asistiendo”.

El escenario al que se enfrenta día a día este colectivo es cuesta arriba en circunstancias normales, pero a raíz de las restricciones surgidas por la pandemia del COVID-19, se ha transformado en una verdadera emergencia social, de salud y económica.

No hay datos oficiales de cuántas personas trans viven en la Argentina, pero los datos que proveen las organizaciones sociales, indican que más de 9 mil hicieron el cambio de DNI y que hay una cantidad numerosa que no lo cambió por distintos motivos: no estar de acuerdo con la propuesta binaria masculino/femenino, temor a mayor saña en las detenciones policiales, desinterés u obstáculos en los trámites, sobre todo en el caso de migrantes.

Según La Revolución de las Mariposas, una investigación sobre la situación de la población trans en la Ciudad de Buenos Aires, elaborado por el Programa de Género y Diversidad Sexual, la Fundación Divino Tesoro y el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis, “sólo el 9% de población travesti y trans está inserto en el mercado formal de trabajo” asimismo expresan en el documento que “es altísimo el porcentaje que nunca accedió siquiera a una entrevista laboral”.

Lettieri añade algunos datos relevantes. Según expresa, el último censo laboral arrojó que el “80% de la población trans entrevistada, declaró tener como único ingreso el trabajo sexual” pero agrega otra cifra que fue uno de los puntapiés que los llevó a crear el programa Contratá Trans: “El 70% de esas personas manifestó que quería dejar la prostitución”. “A partir de ahí empezó un trabajo de ver qué es lo que está pasando con el sector privado” remarca Lettieri. “Es una exclusión sistemática” resume la ejecutiva y agrega: “Es una cuestión histórica que te lleva a no tener el recorrido que tiene cualquier otra persona a nivel académico, de herramientas, de conocimientos, idiomas, ese tipo de cosas que son plus para una entrevista que la población no la atraviesa”.

¿Dónde radican las raíces de esta exclusión? “Desde el programa llegamos a la conclusión -y en lo personal siendo una identidad trans por haberlo vivido en carne propia- es en la falta de conocimiento” responde Lattieri. “Frente a lo desconocido, la gran mayoría de los seres humanos prefiere rechazar, no involucrarse. Por eso, una de las primeras cosas que hacemos es acercar esa realidad a la empresa y hacerle conocer por qué existe” añade.

El camino a la contratación  

Contratá trans tuvo sus orígenes como un espacio de formación presencial, que luego, con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos en Argentina y la Embajada de Suecia en Buenos Aires, desarrollaron una capacitación online gratuita para que accedan tanto las organizaciones públicas como las privadas.    Además, la iniciativa desarrolló y gestiona una bolsa de trabajo. “Lo único que tenes que hacer es pasarme tu búsqueda y nosotros hacemos todo el proceso. Vamos con los perfiles que creemos que son mas idóneos para que pueda generarse una entrevista, pero mantenemos siempre el resguardo -por asi decirlo- que el lugar es propenso a la inclusión, de que no vamos a llevar a una persona que sabemos que va a sufrir”, aclara Lattieri.

De este modo, se aseguran que las entidades a las que asesoran lleguen a tener los protocolos adecuados para transformar la cultura organizacional con el fin de que sea abierta e inclusiva. “No se trata de privilegiar a un grupo sobre otro, sino de cumplir la legislación laboral y de Derechos Humanos para asegurar que no están ocurriendo situaciones de discriminación”, dijo Lettieri.

Hasta el momento los resultados obtenidos en el marco del programa son ampliamente positivos. Desde el comienzo de la pandemia lograron 15 contrataciones efectivas, 43 empresas están en contacto activo con el programa y alrededor de 1800 personas se capacitaron en vivo online y, al momento, más de 9800 usuarios visualizaron los cursos en Youtube.

Cupo por Decreto

El pasado 3 de septiembre, el Gobierno nacional argentino publicó en el Boletín Oficial el decreto 721/2020, que establece el 1 por ciento de representación trans, travesti y transgénero en el sector público nacional.

Si bien la noticia fue bien recibida por la comunidad LGBT+, quienes celebraron el cumplimiento de un reclamo histórico, son conscientes de que se trata sólo de un primer paso y asi lo expresa Lettieri: “Por un lado, yo que soy una identidad trans, estoy súper contenta que haya salido el Decreto porque es un motor para impulsar otras cosas. Pero, por otro lado, soy consciente que somos nosotras las que tuvimos otro recorrido y las que nos pudimos formar somos las que vamos a poder acceder a un puesto. Lamentablemente a la chica que está en situación de vulnerabilidad, de prostitución, no se si le va a llegar esa posibilidad y es por lo que muchas organizaciones estamos luchando, pero obviamente abre la puerta para que -por lo menos- la gente pueda empezar a romper el prejuicio que hay sobre nosotras, que no servimos para esos puestos”.

Sin duda la Argentina transmita cambios sustantivos a nivel político y cultural en el reconocimiento de las desigualdades, no obstante, existe un trasfondo cultural que requiere transformaciones más profundas. A la espera de la aprobación de una Ley Integral, Lettieri, mantiene una mirada positiva de los proximos años. “Históricamente, para el imaginario de una parte de la sociedad bastante amplia, los cuerpos trans fueron utilizados para el trabajo sexual. Cuando se empiezan a ver otras realidades y que se puede ocupar otros espacios, es un incentivo para el futuro de las chicas también”.

 

 

 

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