En el año 2005 un grupo de madres decidió unirse para luchar en conjunto para luchar contra un problema que estaba afectando a sus hijos: la adicción al paco. Cansadas de ver con sus propios ojos cómo funcionaban los quioscos de sustancias a pocas cuadras del comedor donde ofrecían alimentos para los habitantes del barrio y de qué manera el consumo estaba arruinando la vida de sus hijos y demás jóvenes, decidieron crear la ONG Madres contra el Paco, organización que funciona en La Madrid 24, Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires.
En esta entrevista realizada originalmente para el programa “40 Minutos de RSE” (Miércoles 22 hs por Canal 22 web), Alicia Romero, una de sus fundadoras explica que, si bien esta sustancia no es considerada como una droga -es un conjunto de 134 componentes-, es altamente adictiva. “No los mata pero los aleja de el círculo familiar, le cierra puertas y oportunidades” aclara y agrega: “El pibe que vemos en situación de calle es porque su familia ya lo o abandonó y el Estado también”. Al repasar los inicios de la organización, Romero recuerda que las madres atravesaban algunas etapas similares. Primero la vergüenza de contar la situación, la negación de tener que admitir -por ejemplo- que su propio hijo le robaba cosas para ir a cambiarlas por paco, pero después llegaba el alivio de contar con información más precisa sobre este flagelo y por saber que ya no estaban solas.
En esta charla Romero explica el valor que tiene el contexto donde estos jóvenes pueden proyectar su futuro, el apoyo desde las políticas públicas y la falta de acompañamiento que padecen por parte de las empresas.
La principal afectación del paco es neurológica. ¿Es por eso que ustedes la encuadran dentro de la Ley de Salud Mental?
Exacto. Creemos que todos los consumos problemáticos son un tema de salud mental. Ni bien nos damos cuenta que hay ansiedad, depresión, asuntos emocionales, entendemos que son cuestiones anteriores al consumo y que no fueron diagnosticados o tratados a tiempo. Tenemos muchos casos de ese estilo y que se deberían abordar más por el lado de la salud mental que por el consumo. También tenemos que mencionar los cuidados de la salud que esto implica. Estos pibes no tienen acceso a los hospitales, por eso pedimos que los atiendan en las guardias hospitalarias, ya que -si bien lo indica la ley- cuando llega una persona mal vestida, que insulta o no coordina quienes los reciben -en muchos casos- les dicen: “Estamos para casos más graves” y no los atienden. También pedimos que haya una guardia psiquiátrica.
Brindamos herramientas a los jóvenes con adicciones pero sabemos que tenemos que darles algo más, porque ellos se centran en el pasado, en la problemática familiar, en la estigmatización. Por eso nuestro objetivo es que nos como un puente hacia lugares que ellos no pueden transitar.
Ustedes diseñaron unos dispositivos de contención para estos jóvenes con adicciones.
En conjunto con la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), trabajamos a través de en un dispositivo territorial comunitario, que incluye a psicólogos y trabajadores sociales, para realizar talleres de prevención y otras actividades dirigidas a los jóvenes. Participan muchas organizaciones , como los curas villeros. Se armaron otros dispositivos ya que a nosotros no nos es posible absorber la demanda ni contamos con los medios para la mantención que estos espacios requieren.
Desde espacio les brindamos herramientas pero sabemos que tenemos que darles algo más, porque a veces los jóvenes que pasaron por esas situaciones difíciles se centran en el pasado, en la problemática familiar, en la estigmatización. Por eso nuestro objetivo es que nos como un puente hacia lugares que ellos no pueden transitar.
Se espera que desde las empresas desde su Responsabilidad Social trabajen en la terminalidad de las políticas públicas enfocadas en este tipo de problemáticas acompañando a organizaciones como la suya. ¿Han trabajado en conjunto con ellas? ¿Reciben algún tipo de apoyo?
No. Nosotros articulamos con el municipio, con todas las instancias que esta problemática abarca, ya sea las áreas de género, ANSES y otros pero con las empresas no.
¿De qué manera les gustaría interactuar con ellas?
Lo que nosotros buscamos es que le den oportunidades a los pibes, porque es lo que les falta. Nos gustaría que puedan realizar pasantías así los empiecen a conocer, porque los pibes no son extraterrestres, son personas que comenzaron a consumir porque están escapando de una realidad, independientemente de la clase social que sean.
Lo que nosotros buscamos es que le den oportunidades a los pibes, porque es lo que les falta.
Por eso, desde nuestra organización los acompañamos cuando tienen que volver a afrontarse a la realidad de sus vidas, los ayudamos para que puedan hacer su currículum vitae, a prepararse para participar de una entrevista laboral. En ese marco tenemos que encontrar alternativas para evitar situaciones discriminatorias que se nos presentan como por ejemplo, que no puedan poner sus verdaderas direcciones en el CV ya que viven en una villa. En esos casos lamentablemente tienen que poner direcciones de parientes por la estigmatización que existe a nivel social.
Por nuestra parte estamos abiertos a que vengan desde las empresas, que les enseñen a hacer cosas que luego les va a favorecer para que en un futuro los puedan tomar como empleados. Tenemos un galpón hermoso para realizar este tipo de actividades.
Estamos abiertos a que vengan desde las empresas, que les enseñen a hacer cosas a los jóvenes que luego les va a favorecer para que en un futuro los puedan tomar como empleados.
Sabemos que los planes que se otorgan desde la administración pública son un acompañamiento económico importante, pero si se les ofrece otras cosas, estos planes pueden ser el trampolín para que empiecen a trabajar formalmente. Como dice mi compañera Isabel Vázquez: “Los pibes son el presente y el futuro de este país, entonces le tenemos que dar oportunidades”. ¿De qué manera? Solamente con amor hacia el otro, ese es el mensaje que queremos dar.
