Entrevista con Patricia Taboada, Responsable de Desarrollo Institucional de Crear vale la pena.
Fundada hace casi 30 años en Buenos Aires, Crear vale la pena es una organización de arte y transformación social. Con la creatividad como motor, generan oportunidades educativas y en la producción artística para jóvenes de contextos vulnerables.
Tres décadas atrás comenzaba a gestarse “Crear vale la pena” como un programa de arte de la Fundación El Otro. Luego -en 1997- esta iniciativa daría origen a la Fundación que es hoy, como un Centro Cultural Comunitario Puertas al Arte, en Beccar, co-fundada por la reconocida coreógrafa y bailarina, Inés Sanguinetti. Con mucho recorrido y experiencias transitadas en su haber, desarrollaron una metodología lúdico-creativa propia, titulada “Entornos Creativos”, reconocida y premiada mundialmente. Así, trabajan a través de talleres de formación, actividades comunitarias y diferentes acciones que integran arte, educación, salud y bienestar. El arte y la creatividad se fusionan como motores de la vida social para identificar, potenciar y combinar las mejores características de las personas, los equipos y las comunidades.
En esta charla -originalmente mantenida para el programa “40 Minutos de RSE” (Canal 22 web, Jueves 22 hs)-, Patricia Taboada, responsable de Desarrollo Institucional de Crear vale la pena, analiza junto a Alessandra Minnicelli el rol esencial que tiene la cultura para alcanzar la sostenibilidad de las comunidades y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
– ¿Qué es Crear vale la pena y cómo se han desarrollado desde su creación?
Patricia: Crear vale la pena es una institución que ya tiene más de 25 años que nace como un centro cultural en La Cava -actualmente estamos ubicados en Beccar- con el objetivo de transformar la vida de los jóvenes, para que puedan tener su propio proyecto de vida y lo hace a través del arte como herramienta de transformación social. Creemos que el arte transforma la vida de las personas y la comunidad. A partir de eso, usamos los lenguajes artísticos para generar entornos creativos, que es también la metodología que nace al inicio de nuestra actividad.
Lo que descubrimos en este camino, es que en realidad se trataba de un método pedagógico y didáctico que lo fuimos desarrollando hasta que un día, nos asociamos con universidades que pudieron investigar eso que nosotros veníamos haciendo. Actualmente nuestra metodología busca exaltar la creatividad en las personas para poder lograr las transformaciones, es como la búsqueda de talento que cada uno tiene. Es una experiencia que se puede vivir a nivel individual o colectivamente. Esta forma de trabajar llega a las escuelas como una metodología didáctica y lúdica con las que se trabaja en pares de artistas y docentes para transformar la escuela y encontrar nuevas maneras de enseñar y aprender en esta institución que -hoy en día sabemos- está en crisis y en la búsqueda de un nuevo paradigma.
Una vez que ingresamos a la educación formal dentro de las escuelas, empezamos a estudiar qué sucedía con eso. Hay dos investigaciones académicas, una que realizó la UDESA y otra de FLACSO que empezaron a arrojar resultados positivos sobre esa manera de trabajar en el aula. Fuimos probando y empezamos a trabajar también en educación emocional y hoy en día estamos articulando con las direcciones de psicología del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires, formando a docentes en la metodología para que puedan implementar las políticas de cuidado.
– Están trabajando también en temas vinculados a la salud mental.
P: Exacto, empezamos a incursionar en temas de salud mental porque “Entornos creativos” trabaja en educación y en salud integral y la salud mental es un componente de ésta. Somos parte de OLA y FAR APART, dos investigaciones de cinco años liderada por la organización inglesa People´S Palace Projects y Queen Mary University de Londres.
La investigación se desarrolla en Colombia, Argentina y Perú y en cada país una entidad artística -en este caso es Crear vale la pena- conjuntamente con la Facultad de Medicina de la UBA, arman una dupla donde ellos son los investigadores y nosotros aportamos las herramientas artísticas. Allí se tratan temas de ansiedad y depresión, que son problemáticas globales que generan discapacidad en los jóvenes. Lo que busca esta investigación es determinar si hay mecanismos de resiliencia o ellos generan herramientas propias para poder sanar sin tener que llegar al sistema de salud.
– ¿Cuáles son los hallazgos hasta el momento?
P: El estudio empezó a arrojar unos primeros resultados donde se muestra que los jóvenes valoran el hecho de estar en comunidad, que participar de actividades artísticas y deportivas facilitan estos procesos de resiliencia, cuando están transitando algunos de estas dos cuestiones. A partir de ello, vamos descubriendo que la metodología también es muy aplicable para atender este tipo de patologías.
– ¿Qué otras actividades llevan adelante en este sentido?
P: Actualmente estamos dictando una Diplomatura Lúdico Creativa para el abordaje de consumos problemáticos, que le brinda a los profesionales del sistema de la salud herramientas que facilitan el abordaje terapéutico. Otro proyecto que estamos trabajando dentro de las escuelas, apunta a niños y niñas de entre 10 y 18 años, que consiste en una obra de teatro que narra la historia de tres amigos que están atravesados por el consumo de alcohol y por determinantes que van facilitando ese acceso. La verdad es que la obra empatiza mucho con los chicos, se generan debates y la auto-reflexión, lo que nos permite tener estos diálogos donde se van repitiendo diferentes ejes.
Por otro lado, Inés, nuestra presidenta, estuvo participando de las mesas de expertos en educación latinoamericanas organizadas por UNESCO. En 2024 habrá una conferencia sobre educación donde presentaremos una proclama en formato de poema, será una voz latinoamericana que, básicamente dice que debemos ponernos en acción, salir de la palabra, porque verdaderamente lo que necesitamos es transformar.
– En términos de alianzas, ¿Cómo trabajan en territorio y en diversas provincias?
P: Desde de la experiencia del trabajo territorial que tuvimos en nuestros inicios, nos dimos cuenta que podíamos empezar a escalar nuestra metodología y que para ello, debíamos construir alianzas -no solamente a nivel local o nacional, sino también a nivel regional- y por ello, hoy en día nos estamos proyectando en lo que nosotros hemos denominado un “Crear vale la pena sin fronteras”.
P: Articulamos con gobiernos provinciales y con los ministerios de educación para los cuales tenemos una batería de formación puesta a disposición. Por ejemplo, el año pasado trabajamos fuerte con el “Programa provincial de formación docente continua en desarrollo curricular y educación digital” de Jujuy, con la Dirección de Educación de la provincia de Corrientes, entre otros. Ahora estamos armando una red de universidades y organizaciones con el objetivo de poder analizar otras organizaciones de Latinoamérica que hacen cosas similares a los que hacemos nosotros y para aquellas que no encuentran su socio académico, ayudarlos a hacer ese “match”.
