Por: Dra. Alessandra Minnicelli. Presidenta de Fonres, FORS y Edufors.
A 40 años de la restauración de la Democracia en nuestro país, junto a otras conmemoraciones que se en estos meses que transitamos y sobre las que hablamos en esta edición, como el Día Internacional del Agua y el Día Internacional de la Mujer, les propongo tomar conciencia -parar para pensar- todo lo que las mujeres podemos hacer para que las cosas sucedan. Con esto quiero decir, revisar los avances en cuanto a los derechos de las mujeres, y propiciar una reflexión del papel que juegan las mujeres en la sociedad.
Sabemos que las tensiones entre ética y maximización de las ganancias sin escrúpulos generan catástrofes. Un empresario líder en RSE a cargo de enseñar ética en el Master gerencial de Harvard, Bill George, dijo una vez que: “Friedman excomulgó a los líderes empresariales que estuvieran preocupados por sus empleados, la comunidad y el medio ambiente. Sus teorías tuvieron una monumental influencia sobre generaciones de economistas y ejecutivos que siguieron su filosofía”. Las consecuencias fueron gravísimas: legitimaron la especulación desenfrenada y la desregulación salvaje que llevaron a la gran crisis de la economía americana y mundial de 2008/9, con herramientas financieras que continúan hoy.
Nosotros desde nuestro planteo de trabajo, definimos a la responsabilidad Social como un nuevo modelo de organización social que busca reorientar las relaciones humanas: sociales, económicas, medioambientales en una comunidad. Responsabilidad Social es compaginar competitividad, crecimiento económico, desarrollo productivo con sostenibilidad y cohesión social.
La mujer en la Responsabilidad Social, tiene que ver con pensar y revisar nuestra tarea diaria -qué hacemos desde nuestro lugar en la vida- para fortalecer la igualdad. Decimos siempre que “para cruzar el umbral de la desigualdad, las políticas públicas dirigidas hacia las mujeres en la sociedad de la información se deben maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos y, para ello, se requiere que las mujeres tengan la oportunidad de participar y permanecer en el mercado laboral, que puedan acceder al sistema financiero y a la propiedad de activos gracias a políticas que aseguren su presencia en todos los niveles de la toma de decisiones empresariales y políticas”.
También, para profundizar la participación de las mujeres en esta forma de vida en la que estamos que se llama Democracia: Eje, de la igualdad, de los Derechos Humanos y del desarrollo de nuestras localidades, de las que somos partes, porque somos parte de las Familias, del Estado y del Mercado.
