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Día de la mujer: la lucha continúa

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La agenda de los colectivos de mujeres para el 2020

Hace una década, el 8 de marzo se podría haber considerado una jornada para dedicarse a agasajar o hacer obsequios a mujeres, amigas o compañeras de trabajo por ser su día. Pero lo cierto es que hoy esta fecha cobra fuerza a la luz de su concepción original. Es que el día de la mujer, no fue pensado como un día de lisonja a las personas nacidas bajo un sexo particular, sino que ocurrió por primera vez en 1909. En concreto, fue el Día Nacional de la Mujer en Estados Unidos organizado por mujeres de un partido socialista que reunió a más de 15.000 de ellas, en una marcha por la ciudad de Nueva York, exigiendo una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derecho al voto.

A la luz de esta información, suena terrible, pero real, que de esos reclamos por lo menos dos continúan en vigencia: la mejora de salarios, en la lucha actual por la reducción de la brecha de género y la reducción de la jornada laboral, cuando hablamos de las tareas de cuidado. Por esto, cuando alguien afirme que cree que la lucha del feminismo ya terminó, que hemos conquistado muchos derechos que antes eran privativos y solo conferidos a los hombres, solo basta con recordar datos de la realidad, que plantean una agenda permanente del colectivo de mujeres para lograr la igualdad en este comienzo de década, que lamentablemente no está alejada de esos reclamos de 1909.

Una agenda permanente

Además, el Día de la Mujer este año para el mundo y nuestro país, se presenta como la continuidad las históricas huelgas de mujeres, que en 2017 logró la mayor participación en un movimiento internacional de paro. La primera huelga mundial de mujeres tiene su origen en distintos reclamos: el derecho al aborto legal seguro y gratuito, los femicidios, la reducción de la brecha salarial, la eliminación del impuesto rosa, la exigencia de que más mujeres participen de distintos sectores y lugares de toma de decisiones, y la posibilidad de ofrecer a mujeres y niñas las mismas oportunidades que a sus pares varones, para fortalecer su autonomía.

La agenda 2020 y las violencias

El 19 de febrero de este año tuvieron lugar importantes manifestaciones en apoyo a la presentación de la nueva Ley ILE (Interrupción Legal del Embarazo). Los números hablan por sí mismos: en el 2017 murieron 247 mujeres por parto, o puerperio, mientras que 30 de ellas lo hicieron por la clandestinidad del aborto. Cabe resaltar que en Argentina el aborto ya es legal por causales y por jurisprudencia. La aplicación de las ILE creció un 722,8 por ciento del 2014 al 2017 y fueron todavía más altas durante el 2018, según datos del actual Ministerio de Salud.

El Poder Ejecutivo anunció que presentará un proyecto de Ley redactado entre equipos técnicos del Ministerio de Salud, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia. La iniciativa va a contemplar la despenalización y la legalización del aborto. Además, presentará otra iniciativa parlamentaria para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida, con la idea de que no recurra al aborto ninguna mujer por ser pobre.

Otro tema más que vigente es el de los femicidios. En lo que va del 2020 se registraron más de 40 femicidios en la Argentina según Mumalá. El informe indica que entre el 1 de enero y el 26 de febrero, estos crímenes dejaron a 57 menores sin madre.

La violencia de género requiere soluciones integrales desde el Estado, pero también un viraje en la mirada de todos los actores sociales. La continua exigencia de los colectivos de mujeres, demandan la creación programas contra esta problemática y reclaman un mayor presupuesto.

Cerrar las brechas y desigualdades económicas

Durante este año se conmemoraron los 25 años de la de la Conferencia de la Mujer en Beijing. Allí, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, expresó que los derechos de las mujeres continúan siendo atacados desde muchos frentes. En el caso de la Argentina, uno de esos frentes tiene como eje la brecha salarial, así como también los trabajos de cuidado o doble jornada laboral de las mujeres.

En nuestro país la brecha salarial entre hombres y mujeres supera el 20%, según lo revela el Informe sobre la situación de género de los Estudios Estadísticos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), que además marca que los estereotipos continúan reproduciéndose en la división de tareas en el mundo del trabajo. El documento expone que los hombres cobran un salario 20,2% mayor que las mujeres a la vez que ellas tienen trabajos en negro o no alcanzan al salario mínimo.

En adición con esta situación de desigualdad, en Argentina, las mujeres dedican el triple de tiempo que sus pares varones a ocuparse de la limpieza y del cuidado de los niños, ancianos y personas con discapacidad. Actualmente hay un 20% menos de mujeres que buscan o tienen trabajo y esta brecha se acentúa cuando tienen hijas o hijos menores a 6 años.

Según los últimos datos nacionales del INDEC sobre el uso del tiempo (2014), existe una dedicación femenina de 6,4 horas contra las 3,4 de la masculina, a las tareas de cuidado. Esta desproporcionada carga hace reflexionar sobre la necesidad urgente de implementar políticas al interior de las organizaciones que pongan el foco en la corresponsabilidad de las tareas domésticas y de cuidado para garantizar que las licencias y beneficios, como las guarderías, sean otorgados y accesibles para todas las personas, sin distinción de género.

De cara al futuro

Un dato alentador es que por primera vez se realizará un Mapa Federal del Cuidado en Argentina. Según indicó Elizabeth Gómez Alcorta, a cargo del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad primero se van a relevar los servicios estatales de cuidado, luego los comunitarios y se llegará a los privados. Y además para la preparación técnica y en términos de presupuesto, se contará con el apoyo de la CEPAL.

En definitiva, como alguna vez dijo la feminista Silvia Federici “eso que llaman amor” -preparar la comida, tener platos, ollas y sartenes limpias, hacer las compras- es trabajo no remunerado y trae como resultado que las mujeres tengan menos posibilidades de incorporarse al mercado laboral. Y, además, cuando logran insertarse en él, suelen tener peores condiciones, salarios menores y con mayores irregularidades.

Otro aspecto económico que no es menor, tiene que ver con el llamado “Impuesto Rosa”. Según el portal web Economía Femini(s)ta dentro de los temas que competen a la economía con perspectiva de género, esta problemática no ha recibido tanta atención hasta la fecha, por lo que la literatura al respecto es escasa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que en nuestro país los productos de higiene menstrual además de tener un costo elevado, pagan 21% del IVA lo que hace que tenga un gran impacto en la economía de las mujeres, especialmente para aquellas que no cuentan con suficientes recursos económicos.

Son muchos los reclamos para continuar haciendo, basta notar que el 2020 comenzó sin ninguna mujer electa presidenta en toda América Latina, tampoco en Estados Unidos o Canadá. Si bien se ha alcanzado una mayor participación e igualdad para las mujeres en muchos ámbitos siempre persisten problemas cuya base para solucionarlos se encuentra en comenzar a desandar estereotipos y roles de género. Este nuevo día de la mujer se erige por un lado como un recordatorio de los logros adquiridos, pero por otro, como una agenda por la lucha permanente para lograr la igualdad para mujeres y niñas en todo el mundo y en nuestra región.

Capacitaciones en Perspectiva de Género

La toma de conciencia de todos y todas, acerca de las diferentes problemáticas de género es relevante para dar un paso más hacia lograr la igualdad. Por esto es de vital importancia comprender las principales causas y consecuencias de una realidad que aun afecta a las mujeres. En este marco, desde hace cinco años, desde el Área de Indicadores & Género de la Fundación Observatorio de Responsabilidad Social trabajamos en sintonía con la visión que considera fundamental la concreción de políticas y programas con un enfoque integrado de género en el marco de relaciones de ida y vuelta entre los distintos actores del Ecosistema de Responsabilidad Social. Desde allí, ofrecemos nuestros planes de capacitación online destinados a aquellos que quieran trabajar con el marco conceptual y legal y herramientas concretas en clave de genero dentro de sus organizaciones.

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